Agentes de la Policía Local de Málaga, coordinados en algunos casos con patrullas de vigilantes de playa, han instruido un total de 13 actas de denuncia en lo que va de verano tras sorprender a diferentes personas, varias de ellas reincidentes, vendiendo dulces en el litoral sin estar autorizadas para ello.

Además, los policías locales han intervenido dos de los vehículos en los que se transporta el producto, ya que no reunían las condiciones apropiadas para garantizar el adecuado transporte y conservación de los alimentos, permaneciendo cerrados y soportando altas temperaturas y sin ningún tipo de refrigeración, según han informado este cuerpo.

Desde la Policía Local se va a remitir informe de todo lo actuado a Vigilancia Sanitaria por si la forma de conservación, distribución y venta de los dulces pudiera suponer algún tipo de ilícito más allá de la propia venta ambulante ilegal.

Según las pesquisas policiales, en algunos de los casos los dulces eran adquiridos por los vendedores a unos 20 céntimos, siendo vendidos al precio de un euro, lo que les dejaba un amplio margen de beneficios, según han destacado desde la Policía Local en un comunicado.