Si buscamos en internet qué es el arteterapia encontraremos muchas definiciones, pero la que mejor engloba de qué se trata dice así: «El arteterapia es un acompañamiento de personas en dificultad (psicológica, física, social o existencial) a través de sus producciones artísticas, obras plásticas, sonoras, teatrales, literarias, corporales y bailadas. Es un trabajo sutil que toma nuestras vulnerabilidades como material y busca menos el desvelar las significaciones inconscientes de las producciones, que el permitir al sujeto re-crearse a sí mismo en un recorrido simbólico de creación en creación». Ana Roldán es una pintora malagueña con un gran potencial en transmitir los sentimientos en sus obras. Esta artista plástica comenzó en 2011 su formación en arteterapia en la fundación ICSE de Sevilla, donde los conocimientos que aprendió se basan en el psicoanalítico de Jean-Pierre Klein. Uno de los padres de esta técnica, quien llevó a cabo sus dos pasiones, la psiquiatría y el arte, en concreto la dramaturgia. Según señaló el terapeuta, para ser un arteterapeuta los requisitos fundamentales son: ser profesional de la salud (psicólogo o trabajador social), artista o tener cierta sensibilidad artística y tener formación específica en arteterapia.

Varios de estos requisitos los cumple Ana Roldán. También, parte de su aprendizaje fue en Ronda. Allí se centró en talleres intensivos de Arteterapia como: «La Nueva Alfabetización. Un reto para la educación del siglo XXI», por Julio Castellano.

Ana Roldán también ha unido sus dos pasiones, el arte y la psicología, como Klein. «Era algo que tenía pensado hacer desde hace mucho tiempo, pero las cosas llegan cuando llegan», asegura. Ha impartido talleres para niños y adultos con discapacidad intelectual de diversos Centros Educativos y de Asistencia Pública de Ronda.

Desde que se metió de lleno en esta variante del psicoanálisis, para Ana Roldan hay un antes y un después en su pintura. «Encuentro más sentido a lo que pinto, meto más simbología. La aplico muchas veces, aunque no tanto como quisiera», señala. Recientemente tuvo un proceso de reconstrucción que plasmó en una de sus chaquetas. Obra obra muy especial porque la prenda representa parte de su cuerpo y su alma. «Es un trabajo en el que se unen muchas artes, entre ellas la fotografía. Representa el dolor del alma. Termina con haikús, poemas muy cortos, sanadores», dice.

Arteterapia en Málaga. Recientemente, está trabajando en talleres que ella denomina «ConcienciArte», en los que trabaja con las imágenes de sus obras creadas para la exposición «Nueve Pasiones» en el año 2004, exposición inspirada en el Eneagrama (sistema de identificación de tipos de personalidad) cuyas imágenes son utilizadas por psicólogos y psicoterapeutas en España, Italia o Argentina. Durante la primera parte del taller se centra en la visualización de estas imágenes y en generar una respuesta por parte del alumno, con un enfoque emocional y plasmado en una obra plástica. Mientras que en la segunda parte trata de que se exprese la visión y los sentimientos que a cada uno le haya transmitido el proceso. «Lo bonito del arteterapia es continuar con el proceso de creación y transformar la construcción a la misma vez que cambias algo dentro de ti. Se plasma en el lenguaje de los símbolos», señala Roldán.

Como destaca esta artista, en el arteterapia se respetan bastante los sentimientos, ya que no se confrontan directamente, sino que se trabaja de una forma sutil, lenta cómoda y bonita.

Además, la pintora malagueña asegura que hay mucha gente que aún no sabe lo que es pero que cada vez se anima más a participar en este tipo de actividades.

«Hay gente que no quiere hablar de sus problemas y en el arteterapia se habla mediante el lenguaje que representan los símbolos», señala Roldán.