Asociaciones de hostelería de Málaga reiteraron ayer su preocupación ante la convocatoria de una huelga de limpieza a partir del día 20, ya que supondría «un perjuicio claro» para el sector, no solo con pérdidas económicas, sino también de puestos de trabajo, y «unas repercusiones indirectas grandísimas». Por ello, pidieron a las partes que «midan el daño que el paro va a provocar» y de forma «urgente» traten de llegar a un acuerdo.

De no ser así, han solicitado a la Junta de Andalucía que al menos acepte la petición de servicios mínimos propuesta por el Ayuntamiento y la empresa Limasa, con el cien por cien en el centro histórico y las zonas comerciales y el 85 por ciento en los barrios durante el periodo navideño, «a fin de intentar aminorar el impacto en cuanto a la recogida de basuras y limpieza y que la ciudad sufra lo menos posible las lamentables consecuencias de esta huelga».

«Si bien comprendemos que es legítimo utilizar los mecanismos que las leyes nos proporcionan en pro de la defensa de nuestros derechos, también es cierto que debe quedar limitado y evitar el daño que de forma irreversible puede provocar a terceros una huelga», manifestaron la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), la de Empresarios de Restaurantes a la Carta (Aserca) y la de Bares Musicales (Abemus). Una petición que se produce ante el evidente distanciamiento entre los trabajadores y la empresa, en la que el Ayuntamiento tiene el 49 por ciento del accionariado.

Las asociaciones recordaron que el sector de la hostelería «cuenta lamentablemente con una gran estacionalidad, hecho por el que nuestro trabajo se concentra en determinadas fechas puntuales, entre ellas la Navidad».

Por ello, a su juicio, de no desconvocarse la huelga, «no solo nuestro sector se verá perjudicado por la mala imagen que la suciedad acumulada puede causar y, consecuentemente, por la falta de clientela, sino que serán muchas personas las que perderán sus puestos durante estos días».

En consecuencia, estos hechos ocasionarían «unas repercusiones indirectas grandísimas, afectando a proveedores, a empresas de suministros y, en definitiva, a muchas familias que necesitan para subsistir la hostelería, uno de los sectores clave en Málaga».

También el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, se pronunció ayer sobre la huelga de limpieza y confió en que «prime la cordura» entre las partes y que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, «esté a la altura».

Reunión decisiva

El consejero indicó que «todo el mundo es consciente de que una huelga en el sector de la limpieza genera efectos complicados en un destino turístico», a pesar de ser «un derecho democrático y constitucional que todos los trabajadores pueden ejercer».

Por lo demás, la reunión de ayer viernes en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos de Andalucía (Sercla) entre la dirección de la empresa de limpieza Limasa, el Ayuntamiento de Málaga y los trabajadores volvió a terminar sin acuerdo, emplazándose al 19 de diciembre, un día antes del inicio de la huelga.

Durante la reunión se presentó por escrito la última propuesta de la empresa, que contempla como marco de negociación desde el 1 de enero de 2013 al 31 de diciembre de 2016, así como congelación salarial y eliminación de la paga de productividad en 2014 y su restitución en parte durante los dos ejercicios siguientes.

La propuesta añade que si se aceptara la congelación de la antigüedad hasta diciembre de 2016, la reducción salarial sería de un 2,38 por ciento, un porcentaje que, sin embargo, aumentaría a un 3,8 por ciento si no se aplicase.

Desde el comité de empresa se insiste en que no se contempla firmar un convenio colectivo hasta diciembre de 2016 y se defiende que su vigencia sea para 2013 y 2014. Tampoco se acepta la eliminación de la paga de productividad.

Así las cosas, todas las miradas están puestas en la reunión que hoy sábado ha convocado el alcalde de Málaga con todas las partes implicadas con la idea clara de intentar llegar a un acuerdo que evite la huelga durante esta Navidad.

En esta ocasión la reunión tendrá lugar en el Ayuntamiento de Málaga y no en Los Ruices, como en el encuentro del pasado fin de semana, que, tras casi siete horas y ya de madrugada, acabó con las posturas más que distanciadas.

Aunque nadie quiere arriesgarse, las dos partes confían, sin embargo, en que la reunión de hoy sea decisiva para la solución del conflicto y los representantes de uno y otro lado acudirán con ese objetivo al encuentro.