Melilla sigue mirando permanentemente a la valla. Pese a que en las últimas horas no se han producido avistamientos de inmigrantes subsaharianos, la relativa calma es tensa ante la posibilidad de que en cualquier momento, de día o de noche, pueda producirse un nuevo asalto masivo.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están en alerta, incluidos los agentes de refuerzo, guardias civiles y policías nacionales, algunos de los cuales han llegado hoy mismo procedentes de Sevilla y Zaragoza, y ya están listos para el servicio.

Mientras que el objetivo del gobierno melillense sigue siendo aliviar la presión asistencial con el envío a la península de inmigrantes, bien a centros de acogida, bien al CIE.

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha confirmado hoy que existe una programación "hecha" de traslados de inmigrantes a la península, si bien no ha querido concretar ni cuándo se van a realizar ni de cuántas personas se trata.

Fuentes policiales han precisado a Efe que esta misma noche un grupo de sirios y subsaharianos, salvo algún cambio de última hora, saldrán rumbo a Málaga en el barco que une Melilla con dicha ciudad, conocido como 'Melillero'.

Se trata de un traslado programado incluso antes de la entrada el martes de unos 500 subsaharianos, una práctica habitual para que, como ha reiterado en muchas ocasiones el delegado, el CETI sea realmente un centro de estancia temporal.

El hacinamiento es prácticamente irremediable, pese a los grandes esfuerzos que se están realizando en unas instalaciones pensadas para 500 personas que albergan casi a 2.000.