­El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, desgranó ayer su relación con el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, fallecido el domingo tras una larga enfermedad. El regidor quiso destacar la figura de su compañero de partido, no en vano fue diputado por la Unión de Centro Democrático (UCD) en las Cortes Constituyentes tras las primeras elecciones generales de junio del 77, y también describió la relación del padre de la democracia con la capital de la Costa del Sol.

Entre otras cosas, De la Torre destacó que Suárez tenía un gran interés por los grandes temas de entonces, «la Constitución, la respuesta al terrorismo, la economía», pero, más allá de los pilares centrales de su Gobierno, el abulense mostró preocupación por cuestiones como «Intelhorce, que las inversiones de los colegios fueran bien o el impulso para que las rondas de Málaga se pudieran hacer».

De la Torre resaltó la figura de «un político de cualidades extraordinarias para conseguir el entendimiento, la comprensión y el apoyo; un gran político en la distancia corta, en la media y en la larga». De hecho, recordó «su capacidad extraordinaria de ilusionar y de convencer a la gente», al tiempo que afirmó que «el servicio que hizo, con una labor gigantesca, es impagable».

El alcalde hizo estas declaraciones en la Casona del Parque, donde las banderas ondean a media asta, antes del minuto de silencio guardado por la Corporación municipal en memoria del primer presidente de la democracia.

«Ahora es el momento de rendir homenaje y tributo de admiración y gratitud a quien tanto hizo en tan poco tiempo», dijo el también senador del PP, quien ha trasladado sus condolencias a la familia del que sigue llamando «presidente Suárez».

Para el regidor malagueño, el mejor reconocimiento que se le puede hacer a Suárez - «el gran capital político de UCD», matizó- es «llevar a cabo la tarea que a cada uno le corresponde de la mejor forma posible, de la manera más abierta, participativa, más transparente y eficaz posible».

«El Gobierno central en su nivel, los autonómicos en su nivel, los locales y la sociedad en general, el mundo de las empresas y de los profesionales», declaró. Y es que, en su opinión, «los problemas de un país se resuelven cuando todos nos ponemos a remar en la misma dirección, tratando de hacer cada uno la tarea lo mejor posible».

Solo de este modo se puede «devolver a Suárez el trabajo importantísimo que supo desarrollar». «Supo crear la confianza de las fuerzas políticas que venían del exilio, que estaban fuera de la legalidad anterior y que aspiraban a un cambio rápido hacia la democracia -ha indicado-; un cambio rápido que acometió desde la reforma; esa es la piedra angular».

«Todos los españoles nos sentimos ayer -por el domingo- conmovidos y solidarios con sus familiares», manifestó, especialmente «los que tenemos edad para recordar la etapa de la Transición». Tal y como ha aseverado, «nos sentimos enormemente agradecidos a la labor gigantesca de Suárez».

Una etapa, agregó, «tan intensa y tan básica de la historia de España», en la que «se sentaron las bases de una democracia estable, de un Estado social y de derecho, donde los derechos y las libertades están garantizados».

«Se elaboró y se aprobó por el pueblo español una Constitución hecha por consenso, que nos ha permitido en estos años avanzar en muchos aspectos, desarrollando en apenas tres décadas lo que otros países de la Europa occidental han hecho en el doble de tiempo», expuso el alcalde de Málaga.

Aunque reconoció que lo conseguido fue «mérito» de todas las fuerzas políticas, también resaltó que «el presidente Suárez supo hacer una labor extraordinaria en ese año previo a las elecciones de 1977, que fue clave, impulsando la ley para la reforma política, con la que se abrió el camino a unas elecciones libres».

Por su parte, la portavoz municipal del PSOE, María Gámez, ha trasladado las condolencias a la familia y amigos de Suárez, del que destacó «su talla política de altura», ya que «era seguro que la democracia iba a llegar y que los partidos acabarían legalizándose, pero la cuestión era cuándo y él supo adelantar lo inevitable y hacerlo posible».

El portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, dijo que Suárez fue «uno de los principales artífices de la Transición y tuvo un indudable mérito». Como gobernante, incidió en que hubo «luces», pero también «sombras»; de todos modo, sobre las primeras, valoró «su valentía a la hora de emprender ese cambio, enfrentándose a los sectores más reaccionarios».