­No se trata sólo de conquistar Bruselas. También hay que volver a movilizar a los ciudadanos, cada vez más desencantados con la política. Las próximas elecciones al Parlamento Europeo van a ser un termómetro que va a marcar el grado de implicación del electorado y el valor que le dan al trabajo de los eurodiputados, unas figuras que les resultan ajenas y que se preocupan de problemas que creen que no les conciernen. Por eso, los partidos arrancaron en la noche de este jueves la campaña en contra de la abstención, que ya en las últimos comicios de 2009 afectó al 60% de los votantes malagueños.

«España se juega mucho en estas elecciones», señaló el secretario de Organización del PSOE en Málaga, Cristóbal Fernández. Los socialistas malagueños abrieron la campaña de las europeas en la calle Alcazabilla con un acto que sirvió para reivindicar en varias lenguas la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Con el fondo del Teatro Romano y la Alcazaba, el PSOE no recurrió a la tradicional pegada de carteles, sino que convirtieron a los asistentes en los protagonistas.

Acudieron a este inicio de campaña el candidato malagueño en la lista europea del PSOE, José Manuel Domínguez, que contó con el respaldo del secretario general de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, y la portavoz en el Ayuntamiento de Málaga y presidenta provincial, María Gámez.

El mensaje del PSOE en la campaña, con Elena Valenciano como cabeza de cartel a nivel nacional, consiste en transmitir que «existe una alternativa a las políticas de la derecha que nos empobrecen y nos recortan libertades y derechos».

Hace cinco años, en la última cita con las urnas para elegir a los eurodiputados, el PP se alzó con una ajustada victoria en la provincia de Málaga, cimentada en la capital y en los grandes núcleos de población. Los populares superaron al PSOE por casi mil votos, venciendo en todo el litoral y arrebatando algunos feudos tradicionales, como Coín o Mijas. Fue la antesala de lo que se repetiría dos años después en las municipales, en las que el PP logró una ventaja suficiente para arrebatar la Diputación al PSOE, hasta entonces gobernada por Salvador Pendón.

El PP confía ya no sólo en repetir estas cifras, sino en mejorarlas. Dirige esta campaña a sus propios votantes, lejos de aspirar a reclutar nuevos apoyos, pretende rescatar a los que se han quedado en el camino desde las generales por la gestión de la crisis económica. El partido en Málaga celebró su primer acto de campaña en el famoso Cubo del puerto, sede del futuro museo Pompidou. Todo un símbolo. Asistieron el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente del PP en la provincia, Elías Bendodo.

Entre los populares se insiste en que la abstención es la gran enemiga del partido ante el 25M. Así lo apunta su candidato, Miguel Arias Cañete, que para de movilizar a los suyos e intenta vender los logros económicos que, a su juicio, está logrando el Gobierno: la mejora de las cifras del paro y los datos macroeconómicos, a pesar de haber tenido que «bregar con la herencia recibida».

Es, sin duda, el gran talón de Aquiles del Partido Popular y la gran incógnita. ¿Cómo afectarán al PP las políticas de ajuste y los recortes aplicados por Rajoy en las urnas? Y si la irrupción de Juan Manuel Moreno Bonilla tiene ya algún efecto en el electorado. En todo caso, la campaña también servirá de escaparate para dar a conocer al candidato del partido a la Junta de Andalucía. El PP ha diseñado un completo programa con más de 200 actos en la provincia de Málaga.

En el PSOE las cosas no están tampoco tranquilas. Los inminentes comicios servirán para conocer la posición de liderazgo de Susana Díaz en Andalucía. La presidenta de la Junta inició ayer la campaña en Jaén. También para saber hasta qué punto pueden hacer mella los escándalos por los ERE fraudulentos en la respuesta popular y los apoyos que recibirá el partido.

En este río revuelto pretende pescar Izquierda Unida, que dio el pistoletazo de salida a su campaña en la plaza de la Merced, organizando el acto más importante a nivel regional, donde se dieron cita los coordinadores regional y provincial de IU, Antonio Maíllo y José Antonio Castro, y los portavoces en el Ayuntamiento y en la Diputación, Eduardo Zorrilla y Antonia Morillas.

UPyD también está al acecho. Su progresión en Málaga ha sido continuada desde la fundación del partido de Rosa Díez, que este viernes estará en Málaga en un acto público que se celebrará en el hotel Vincci Posada del Patio a las 19.30 horas.

Por su parte, el PA inició la noche del jueves también su campaña en Málaga con una simbólica pegada de carteles junto al monumento de Blas Infante, en la calle Cuarteles.