Los padres del niño británico se trasladaron a Málaga para vender un piso de su propiedad que tienen en Estepona y poder pagar a su hijo un tratamiento alternativo a la quimioterapia en los Estados Unidos o la República Checa.

Así lo explicó a los periodistas el abogado Juan Isidro Fernández Díaz tras asistir al matrimonio en su declaración con el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno. «En ningún momento ha corrido riesgo la vida del niño», destacó el abogado al indicar que el padre sabe controlar la máquina que le alimenta perfectamente. De hecho, insistió, el niño ingresó en perfecto estado de salud en el hospital de Málaga cuando fueron detenidos sus padres y ahora su hermano Daniel de 23 años está con él.

Una vez en libertad, «los padres tendrán completa libertad para llevar a su hijo a otro hospital, que es lo que están buscando», insistió el abogado, al añadir que para nada «tiene nada que ver la cuestión religiosa sino que lo que tiene que ver es el amor que le han profesado y para eso le han traído a España». El hermano dijo ayer a la BBC que los médicos del hospital de Málaga son buenos y que están contentos con el tratamiento en España.