­La promotora e inmobiliaria Aifos fue la joya de la corona del boom del ladrillo en la Costa del Sol. Sus jefes contrataban incluso a Julio Iglesias para sus galas, y uno de sus apartamentos supuso el principio del fin de la relación entre la cantante Isabel Pantoja y el exregidor marbellí Julián Muñoz. Hoy, ese transatlántico que regó el cemento con billetes podría desaparecer tras el proceso concursal más largo de la historia española, más de un lustro, en una Junta Extraordinaria de Acreedores en el que los representantes de los más de 5.000 perjudicados, a los que se les deben 900 millones de euros, votarán sólo la propuesta de convenio de la empresa a partir de las 12.00 horas en la sala cuatro de la Ciudad de la Justicia, la misma del caso Malaya.

Si el 50% de los acreedores da el visto bueno al convenio propuesto por la empresa, cuyos principales dirigentes, hoy apartados de la gestión, fueron condenados en Malaya, la promotora sobrevivirá aunque lo hará a costa de perjudicar mucho a los acreedores, que perderían la mitad de su dinero de entrada y que cobrarían el 40% restante en nueve años y lo que quede, en diez. Si este convenio no sale adelante y no hay acuerdo, la empresa desaparecerá y los perjudicados tendrán que contentarse con el patrimonio de la compañía, algo difícil si se tiene en cuenta que un juzgado de la capital investiga al expresidente, Jesús Ruiz Casado, por ocultar esos bienes y parcelas en otras sociedades, lo que se conoce como alzamiento.

Por eso, hasta última hora los compradores a los que Aifos vendió una casa que jamás les entregó haciendo que perdieran miles de euros ahorrados no podrán votar la propuesta de convenio del despacho marbellí Ley 57, que lleva a cientos de éstos, y que proponía convertir en acciones una gran parte de la deuda y retomar el rumbo empresarial promoviendo para seguir generando trabajo y dinero con el que enjugar las deudas. Esta propuesta no llegó al 20% del apoyo de los créditos, por lo que el juez la dejó fuera, algo que el director de la firma, Carlos Cómitre, ha recurrido. También solicitaban que se retrasase la Junta Extraordinaria de Acreedores.

«En el extenso recurso se denuncia la indefensión que sufrirán los compradores de viviendas, al ser los únicos que han cumplido los plazos señalados en el decreto que estableció el calendario para la celebración de la Junta», dice. Ni la administración concursal «entregó a tiempo la actualización de los textos definitivos, ni la empresa presentó, hasta hace apenas unos días, el listado de acreedores». Las cuentas anuales, además, no se presentan desde 2009.

De nueve a once de la mañana, los acreedores tendrán que acreditarse ante el secretario y la administración concursal. Desde las once a las doce menos cuarto de hoy, el juez resolverá cualquier controversia en la representación y, a partir del mediodía, en concreto a las doce, se inicia la vista en la sala cuatro de la Ciudad de la Justicia.