A raíz de las supuestas acusaciones de tratos de favor en la actuación de las grúas municipales, que habrían beneficiado según el CSIF al director del Distrito Centro, Francisco Manuel Cantos Recalde, el involucrado admite haber aparcado su vehículo el pasado 3 de abril en una zona reservada para Servicio Oficial, sin colocar la respectiva tarjeta de autorización en el salpicadero. "El error comienza en el momento en el que a mí se me olvida poner la tarjeta de autorización en el salpicadero", ha manifestado Recalde. Según el director, dos trabajadores municipales se habrían puesto en contacto con él, tras observar que su vehículo estaba siendo remolcado por la grúa. "Estos dos trabajadores me avisan del hecho y me ponen en contacto con el operario a través del teléfono móvil".

Tras indicar al operario que el coche contaría con la autorización para estacionar en esta zona, según Recalde, el operario habría accedido a desenganchar el vehículo en una calle detrás del Teatro Cervantes. "En ningún momento obligué al operario de la grúa a nada", apuntilla el director del Distrito Centro, aunque sí admite que pidió que se le desenganchara el coche para "evitar el fastidio". Sobre la posible denuncia, siempre se habría mostrado dispuesto a abonar la multa y ha admitido que se encuentra "a la espera de que le llegue".