­Como en una película de ciencia ficción, investigadores de la Universidad de Málaga participarán en un proyecto internacional con la NASA para determinar las condiciones de habitabilidad del planeta rojo. Marte siempre ha atraído a los científicos de todo el mundo, tan inexplorado, tan inaccesible hasta hace poco. El equipo dirigido por Javier Lasarte, catedrático de Química Aplicada de la UMA, será determinante en la próxima misión espacial Mars 2020, que planean los americanos. Masa gris malagueña para explorar el universo.

¿Cómo un grupo de investigadores malagueños entra en contacto con la NASA para participar en un proyecto científico internacional de este calibre?

La Ciencia, como la mayoría de las actividades humanas, se basa en la interacción entre las personas. ¿Cómo un científico de Málaga puede participar en un programa tan ambicioso cuyo origen y desarrollo fundamental tiene lugar en EEUU? Porque en este mundo, en realidad, nos conocemos todos y la información está al alcance de todos. Se va a llevar a Marte un vehículo con una tecnología en la que nosotros llevamos más de 20 años trabajando y por este motivo somos conocido en este ámbito. Literalmente nos conoce todo el mundo. Los científicos de ese programa saben que en Málaga existe un grupo de investigación muy avanzado en este tema.

¿Cómo se pusieron en contacto con ustedes y qué sintieron entonces?

Ocurrió en EEUU, en concreto en la ciudad de Reno, en el estado de Nevada, después de terminar de dar una conferencia en un congreso. Entonces se me acercó el investigador principal del proyecto, Roger Wiens, que trabaja en el Laboratorio Nacional de los Álamos. Me abordó, estuvimos hablando un poco y nos dijo que querían contar con nuestra participación. Que nos pusiéramos en contacto con Fernando Rullo, de la Universidad de Valladolid, que va a dirigir el equipo español, para colaborar en la parte de la que es responsable.

¿En qué se concreta la participación del grupo de investigación malagueño en esta misión?

La cuestión es que aparte de los múltiples aspectos que tiene una misión a Marte, uno de lo más importantes que se pone en funcionamiento es el análisis de los materiales de este planeta. Una misión como ésta puede involucrar a varias decenas de miles de científicos, más de 10.000, sin temor a exagerar. Desde el cohete que va a lanzar el vehículo fuera de la atmósfera terrestre, la navegación, ponerlo en órbita, el descenso, las comunicaciones, el proceso de datos, las ingenierías de geoposicionamiento. Este vehículo que estará allí además lleva instrumentos científicos que son los encargados de hacer las pruebas de los componentes de Marte: la composición de la atmósfera, del suelo, la estatigrafía de los materiales. Y una parte muy importante será el análisis químico de las rocas, del suelo y del polvo que cubre la superficie. Ésta es nuestra especialidad y es justo lo que vamos a hacer.

¿Cómo se puede saber esto y a tanta distancia?

La misión del Mars2020 no tiene el objetivo de traer muestras de Marte. El robot trabajará en su superficie durante el periodo de vida que tenga programado. Todo lo que dé de sí, hasta que quede inutilizado. Todo lo que se hace allí se controla desde la Tierra. El vehículo que lanzaremos extraerá la información, la interpretará y nos enviará los datos. Lo que hará el robot es analizar la roca. Pretendemos saber su naturaleza, si se ha formado en un entorno donde ha habido agua. En función de la composición de la roca se sabe si han crecido en un medio acuático o seco. Nosotros seremos los encargados de analizar su composición elemental utilizando una tecnología que se llama espectroscopia de plasmas inducidos por láser. Es una de las varias técnicas que desarrollamos.

¿Cómo será capaz el robot de extraer las muestras y de analizarlas?

Estamos trabajando en uno de los aspectos que lleva la tecnología: el desarrollo de un calibrador. Es la parte que nos toca al equipo español, formado por la Universidad de Valladolid, la Complutense, la del País Vasco, el Instituto de Geociencia de Madrid y la UMA. Nuestra misión es fabricar un calibrador que va a ir instalado en el vehículo y que se llamará Supercam.

¿Será posible alguna vez que el ser humano habite Marte?

La vida en Marte, como la vida en la Tierra, no es posible sin la existencia de la atmósfera. La de allí es muy tenue. Esto además provoca una gran radiación ultravioleta del sol. Si en algún momento, en un futuro muy lejano, se enviara una colonia, habría que protegerla. Lo que se pretende en este momento es saber si hubo vida alguna vez. Es de los objetivos fundamentales de las misiones a Marte. Todo parece indicar que tuvo atmósfera y agua. Las dos condiciones imprescindibles para que se desarrolle la vida.

¿Cuántos investigadores malagueños formarán parte de esta misión?

Vamos a trabajar cuatro personas de mi laboratorio. Pero esperamos incorporar a dos o tres personas más, que podamos contratar con los fondos que esperamos conseguir del plan nacional o el plan andaluz o del marco de la UE. En la actualidad estamos elaborando la propuesta y esperamos contar con financiación económica de estos tres niveles: europeo, autonómico y estatal.

¿Teme que los recortes a la I+D+i les perjudique, a pesar de que se trata de una misión que le ha encargado la mismísima NASA?

No sabemos si los recortes nos van a afectar. Tengo bastante confianza de que no sea así y que los gestores de los recursos económicos comprendan la importancia de esta participación y las dificultades y el reto que supone. Y el avance que va a suponer para la Ciencia.

Esta participación supondrá un estímulo y servirá para colocar en el mapa a los grupos de investigación de la UMA, que tantas críticas recibe en ocasiones por no aparecer en los rankings.

Es un reto, un gran honor y una enorme responsabilidad. Cae mucho peso sobre nuestras espaldas y tenemos que sacarlo adelante. A final de 2017 tenemos que presentar nuestro producto a la NASA. Los rankings universitarios se refieren al conjunto. Los grupos de investigación de la UMA se encuentran al nivel de los mejores del mundo. No es falsa modestia, pero nuestro laboratorio láser está en esa situación, sin dudas. Muy pocos tienen nuestra tecnología.