La sacramental de Viñeros es una cofradía que ha ido perfeccionando un estilo, ya reconocible, en la calle. Durante los últimos Jueves Santo ha ido incorporando elementos que subrayaban su marcada personalidad. Una corporación distinta, que ha sabido sacar partido de su peculiaridad. En los tronos. En la música... Este año, la nueva junta de gobierno quiere seguir puliendo el diamante y sin perder un ápice su carisma, plantea una mini revolución para ajustarse aún más a los cánones cofrades.

Según explicó a este periódico el hermano mayor de Viñeros, Leopoldo Guerrero, que asume su primera salida penitencial como máximo responsable de la cofradía, la procesión este año suprimirá el doble encierro que venía haciendo en la calle Carretería. En esta vía, antes de ingresar en la plaza de los Viñeros, donde se encuentra la casa hermandad, se producía un encuentro de los dos titulares. Este año, según ha aprobado el cabildo, este encierro será eliminado y únicamente se celebrará el de la plaza, justo antes de que los tronos terminen su recorrido. «De este modo, la procesión saldrá formada y llegará formada», explica el hermano mayor.

No es un cambio menor. La estampa del Nazareno sobre su trono también cambiará con respecto a estos dos últimos años. El Cristo volverá a salir con túnica de terciopelo lisa, sin bordados. Es una decisión transitoria, adoptada por la junta de gobierno, hasta que la cofradía no tenga recursos económicos para afrontar la última fase de esta obra, salida del taller de Joaquín Salcedo, y a la que falta el bordado de la parte trasera. De alguna manera, el Cristo de Buiza recuperará este Jueves Santo la estética de siempre.

Tampoco pisará una alfombra de lirios morados, sino de buganvillas. Y en sus manos portará una nueva llave del sagrario de Catalina, que ha diseñado Joaquín Salcedo y ha realizado el orfebre Adán Jaime. La imposición de esta llave se hará antes de la salida, a puerta cerrada, matizó igualmente Leopoldo Guerrero.

Por su parte, la Virgen del Traspaso y Soledad saldrá sobre su antigua peana de orfebrería de Seco Velasco, lo único de aquel conjunto procesional que Viñeros conservó y no vendió al Dulce Nombre. El hermano mayor argumenta que se trata de una cuestión meramente práctica, ya que la peana de carrete de madera tallada y dorada del trono actual sufría mucho a consecuencia de la cera que le caía, siendo muy difícil de limpiar. La Virgen, además, este año sacará más candeleros: más de 70 piezas que un año más cederá la Salutación.

Las novedades también llegarán al apartado musical. La banda de Trebujena interpretará por primera vez en Málaga la marcha La vía sacra, de Rafael Wals. Por su parte, la agrupación San Lorenzo Mártir introducirá el sonido de una flauta dulce y una lira tras el Nazareno.

El traslado se hará en andas independientes. Los cambios planteados por la nueva junta de gobierno de Viñeros no solo afectan a la salida procesional del Jueves Santo. También al traslado de los sagrados titulares, que por segundo año se celebrará en la jornada del Viernes de Dolores, y no el Domingo de Pasión, como se hacía con anterioridad. Las imágenes no compartirán trono de traslado, sino que irán en andas independientes. Según explicó el hermano mayor, Leopoldo Guerrero, el Cristo irá sobre la peana de su trono, que será adaptada para cumplir con esta función, y a la que se le instalarán dos pequeños varales. La Virgen, por su parte, irá en las andas que se utilizan para el rosario de esta dolorosa de cada mes de octubre. El cortejo estará integrado, fundamentalmente, por hermanos que portarán cirios. No participará la agrupación musical de esta corporación, sino que este apartado corresponderá a la banda de Eloy García. El traslado saldrá de Santa Catalina a las 20.00 horas para dirigirse a los Mártires. Luego estrenará también itinerario por el entorno de Pozos Dulces.