­La presión sobre la delincuencia en el ámbito rural arroja algunos frutos. Al menos en la provincia de Málaga, territorio en el que las infracciones cometidas sobre las explotaciones agrícolas y ganaderas se han reducido en el último año, cuando el Ministerio de Interior ordenó reforzar la vigilancia aportando más recursos. Según los datos del Gobierno, durante el pasado ejercicio se denunciaron en la provincia 493 infracciones, que sumaron 241 hurtos y 251 robos con fuerza y uno con violencia e intimidación en centros de producción malagueños.

Aunque la cifra supuso una media de más de un asalto diario (1,3), la buena noticia es que sumaron 116 incidencias menos (16,6%) que las conocidas durante el ejercicio anterior (609) y es, además, el registro más bajo desde 2012, año en el que se tocó techo con 631 denuncias en este ámbito.

Los hechos esclarecidos, por su parte, se mantienen en la línea de los cuatro años de los que el Gobierno aporta registros. La respuesta parlamentaria que el Ejecutivo ha facilitado al diputado socialista Miguel Ángel Heredia asegura que el año pasado se resolvieron 82 casos, cifra que supone el 16,6%. La mayoría de ellos fueron hurtos (57), mientras que los agentes del instituto armado también esclarecieron el robo con fuerza en las casas (24) y un robo con violencia e intimidación. El porcentaje, sin ser muy elevado, es el segundo mejor conseguido por el grupo de Málaga desde su creación, sólo superado por el primer año, cuando se resolvieron 79 de los 442 casos (17,8%).

El año con más infracciones resueltas fue el 2013, cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado esclareció 93 sustracciones, aunque el porcentaje sólo supuso el 15,2% de los 609 casos investigados. La oleada de robos registrada en el campo de la provincia durante los años más duros de la crisis obligó al Gobierno a tomar cartas en el asunto a finales de 2013 pese a que inicialmente dejó fuera a Málaga en un plan de choque que diseñó para 15 provincias españolas, de las que cinco eran andaluzas. Sin embargo, la presión ejercida por el sector obligó al Ministerio del Interior a rectificar esa decisión una semana después también en beneficio de Jaén y Cádiz. Desde entonces, los denominados equipos Roca se reforzaron en la provincia con el objetivo de prevenir de los robos en instalaciones agrícolas y ganaderas en las zonas rurales que superaban el 73%, de delitos.

Cosechas

La experiencia dice que este tipo de delincuencia se mueve por zonas y épocas en función de las cosechas, sobre todo con las que aportan productos con mejor salida en el mercado. En Málaga, lo habitual es que las alarmas se enciendan en la Axarquía con la llegada de los subtropicales o en el interior, en el caso de la aceituna. De hecho, durante las épocas más sensibles a las sustracciones, la Guardia Civil refuerza la vigilancia con reconocimientos aéreos en el entorno rural, así como en zonas de invernaderos en la parte oriental de la provincia en los que participan la Unidad de Helicópteros y Patrullas del Seprona y de los Equipos Roca.