Los bancos están siendo los principales responsables de que la morosidad en las comunidades de vecinos de la provincia de Málaga siga al alza, al no hacerse cargo del pago de las cuotas vecinales de los pisos que embargan en casos de ejecución hipotecaria. Así se desprende al menos del «Estudio Global sobre Morosidad», presentado ayer por el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga, que calcula que uno de cada cuatro euros que se adeudan en las comunidades a cierre de 2014 corresponde ya a los pisos que son propiedad de las entidades financieras. Según este informe, la deuda total de los propietarios de viviendas con sus comunidades en la provincia creció un 2,1% en 2014 hasta situarse en los 75,6 millones de euros. Pues bien, un 25% de este débito corresponde a los bancos, con un importe que subió en el último año un 27,2% y que pasó de 14 a 17,8 millones.

De estas cifras se desprende también que la morosidad entre los propietarios particulares, tras años de subida, se mantuvo en 2014 estable e incluso descendió levemente, algo que los administradores de fincas achacan a que el euríbor lleva desde el pasado año en mínimos, lo que ha aliviado las cuotas hipotecarias y ha desahogado, aunque sea mínimamente, algunas economías domésticas. El Colegio considera en este sentido a 2014 como «un punto de inflexión».

En el tema de los bancos, el presidente del Colegio, Fernando Pastor, y el vicepresidente, Luis Camuña, apuntaron que la práctica habitual entre las entidades financieras cuando se adjudican las viviendas es «guardar los mandatos judiciales en los cajones» y no inscribirlas directamente en el Registro de la Propiedad, con lo que la comunidad de vecinos no puede reclamarles posteriormente el impago de las cuotas de comunidad al seguir figurando en el mismo el antiguo dueño al que se le embargó la propiedad.

Sólo cuando esas viviendas terminan siendo vendidas al cabo del tiempo (al menos dos o tres años, con el actual ritmo de mercado), el banco procede a inscribirlas y a liquidar el total de la deuda, aunque la Ley de Propiedad Horizontal, reformada en julio de 2013, sólo responsabiliza en estos casos de las deudas incluidas hasta los tres ejercicios anteriores a la adquisición.

«Deberían pedirles la totalidad. Así se acabaría con esta práctica», lamentaron los representantes del Colegio. «No tiene perdón que los bancos sean el vecino más moroso en las comunidades de propietarios», reiteró Pastor.

La Costa, la más afectada. Y eso que, aunque el crecimiento global de la mora en 2014 fue inferior al del años anteriores, en Málaga, el Colegio advirtió de que «aún son muchas las comunidades que tienen que renunciar a servicios básicos como la limpieza de los portales porque no pueden afrontar el coste de los mismos». La situaciones más graves se dan cuando son necesarias derramas extraordinarias para hacer reformas o rehabilitaciones, circunstancia «inasumible» para uno de cada dos propietarios en Málaga, una de las cifras más altas de toda España. Según Pastor, más de la mitad de las comunidades de vecinos están en edificios con más de 30 años, una edad que los hace ya acreedores a este tipo de actuaciones. Sin embargo, el problema de la morosidad les impide optar muchas veces a los programas de las administraciones públicas.

Por zonas, la Costa del Sol Occidental aglutina más del 50% de la deuda en las comunidades, seguido de la Axarquía (23%), Málaga capital (20%) y el interior (6%). Muchos de los débitos corresponden a viviendas vacacionales en promociones del litoral cuyos propietarios no viven habitualmente en la provincia (aparte de las que también se hayan quedado los bancos).

Así, los responsables del Colegio destacaron que las consecuencias de los impagos de cuota en el día a día de muchas comunidades de la Costa del Sol se traducen en «piscinas cerradas, jardines que no se mantienen o ascensores que no funcionan porque no se pueden pagar su mantenimiento». También hay casos de vecinos que se hacen cargo de la limpieza del bloque como parte de un acuerdo para saldar su deuda con la comunidad.

En cuanto al perfil del moroso, el informe detalla que la mayoría son los denominados «accidentales» (personas con dificultades económicas tras, por ejemplo, quedarse en paro o marchar mal su negocio), con un 51% del total. El 49% restante se reparte entre la banca y los llamados «morosos profesionales», como se conoce a los propietarios expertos en retrasar el pago de las cuotas, al conocerse todos los recovecos legales. En todo caso, esta cifra de «profesionales» parece remitir por primera vez desde que se viene realizando el estudio, elaborado a través de encuestas a los colegiados y a los presidentes de las comunidades.

El periodo medio de cobro de la deuda es de 169 días, siete menos que en 2013 y el 30% de los litigios se resuelven de forma amistosa, porcentaje similar al de otros años.