Vecinos del Paseo de Reding, 47 denunciaron el mes pasado en la Gerencia de Urbanismo y en la Junta de Andalucía las obras de una estructura metálica en el tejado del hotel Miramar, en plena rehabilitación para acoger un hotel de cinco estrellas gran lujo del Grupo Santos. La remodelación está a cargo del arquitecto José Seguí. El hotel, obra de Fernando Guerrero Strachan e inaugurado en 1926, tiene la máxima protección arquitectónica.

El escrito que presentó a Urbanismo el pasado 8 de junio Esteban Vallespín, presidente de la comunidad de propietarios del bloque, critica la aparición de una estructura metálica «de grandes dimensiones, que ocupa todo el frente y que tiene una altura aproximada de 4 o 5 metros sobre el suelo» hasta quedar a la altura «de los templetes existentes de origen».

El presidente de la comunidad resalta que las nuevas obras impiden las vistas del mar, algo «que nunca pensé perder por la singularidad del edificio y por la afirmación hecha por el propio arquitecto redactor del proyecto de que recuperaría la singularidad del edificio», de ahí que solicite la inspección de la obra y en caso de que no se ajuste a la licencia la paralización y desmontaje de la estructura.

«Por lo que veo me van a hacer un paredón brutal cuando los dos templetes deberían dejarlos transparentes, que pasara la brisa como quería su autor», exponía ayer Esteban Vallespín, mientras Sofía Heredia, otra vecina del bloque, señalaba que si en el Hotel Alfonso XIII de Sevilla se hiciera algo parecido la capital andaluza se movilizaría «pero en Málaga hay desidia».

Esteban Vallespín calculó que la superficie de esta nueva estructura ronda los 300 metros cuadrados y mostró el resumen del proyecto de Seguí, en el que no se aprecia esta obra en la fachada sur del hotel pues los dos templetes aparecen exentos, sin nada detrás. El presidente de la comunidad calificó de «bodrio» el añadido y criticó también la instalación de los ascensores en el tejado, en sendos extremos de esta nueva cubierta «si necesitan como mínimo cuatro metros» de altura». «No se puede dar licencia para una cubierta de esta envergadura», añadió y explicó que de momento no ha recibido respuesta oficial ni de Urbanismo ni de la Junta e informó de que enviará el escrito también al Grupo Santos. En caso de que no prospere la protesta vecinal, anunció que presentará un recurso contencioso-administrativo.

«Fiel reflejo de la licencia». El arquitecto responsable de las obras, José Seguí, negó ayer con rotundidad cualquier irregularidad en el hotel Miramar y destacó que se trata de unas obras «que han pasado por todos los controles de Urbanismo y Cultura», al tiempo que señaló que durante ocho meses se ha tramitado la licencia «centímetro a centímetro» para cumplir con todo de forma escrupulosa.

La estructura, explicó Seguí, tendrá la misma teja que el edificio y cubrirá los ascensores, las salidas contra incendios y una «pequeña zona» de bar para el solarium de la terraza, «fiel reflejo de la licencia municipal».

En las obras del hotel, informó José Seguí, se han retirado hasta la fecha unos 800 metros cuadrados de añadidos cuando fue adaptado a Palacio de Justicia en el 87, en su mayoría las ampliaciones de las entreplantas.

El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, informó ayer de que, hace mes y medio, «detectamos una zona nueva bajo cubierta que tenía algo más de altura que en el proyecto, no en la cumbrera sino al final del faldón. Tras hablar con ellos lo corrigieron en obra y está comprobado que cumple».

Por último, la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Patricia Alba, declaró ayer que enviará un técnico a inspeccionar las obras «por si se han podido exceder porque nuestro deber como administración es controlar».