El conflicto por el plan municipal de multar a los camareros del Centro que depositen la basura fuera del horario parece lejos de resolverse. Los principales partidos de la oposición -PSOE, Málaga Ahora e IU- han pedido al equipo de gobierno que antes de septiembre retire esta medida, que incluye el despliegue de policías de paisano para controlar que se cumpla con el horario para dejar los residuos en los contenedores.

La exigencia de la oposición de retirar este plan, siguiendo una petición planteada por los sindicatos CCOO y UGT, viene acompañada de una medida de presión adicional, como es el anuncio de que solicitarán un pleno extraordinario para tratar los distintos temas de limpieza, que se celebraría en la segunda mitad de septiembre. La convocatoria de este pleno se plantearía en dos semanas sólo si en ese tiempo el equipo de gobierno no da marcha atrás en el refuerzo del control en el Centro.

Ahora le toca al equipo de gobierno mover ficha y a Ciudadanos fijar su posición, lo que será clave pues su postura puede decantar la balanza a un lado u otro. El concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, mientras tanto, insiste en que con esta medida sólo se aplica la ordenanza de limpieza y que hasta después de Feria la Policía Local estará informando de la infracción, sin imponer sanciones.

El origen del problema se encuentra en la campaña de vigilancia y sanción anunciada por el Ayuntamiento para controlar que la basura se deposite en los contenedores dentro del horario. Las multas podrían recaer en el camarero que deje los residuos fuera de horario, con sanciones de 251 euros; mientras que los establecimientos podrían recibir de 750 a 1.500 euros si se demuestra que no han informado de los horarios a sus trabajadores.

Mientras la polémica explota en la capital, otros municipios de la Costa del Sol adoptan medidas similares para controlar el vertido de residuos en los contenedores y la suciedad en las calles. Curiosamente son Torremolinos y Benalmádena las que han puesto en marcha un dispositivo parecido al de Málaga, ambos con gobierno socialista.

El primero en dar un paso ha sido el Ayuntamiento de Torremolinos, que ayer emitió un bando municipal que recoge las normas para la recogida de residuos, insistiendo en que la basura debe ser depositada en horario de 20.00 a 24.00 horas.

De forma paralela está elaborando una ordenanza que regule la recogida de basura y que incorporará un régimen sancionador para los incumplimientos, estando a cargo de la Unidad de Paisano de la Policía Local del municipio.

Benalmádena no se ha quedado atrás y anunció que destinará a seis agentes para asegurar que se cumple con las ordenanzas municipales, entre ellas la ocupación de la vía pública o la limpieza, sancionando a aquellas personas que no respetan el horario para depositar basuras, no lo hace dentro del contenedores o ensucia la calle.

«La gran mayoría de los benalmadenses tienen un comportamiento ejemplar, pero el constante incumplimiento de las normas por parte de una minoría supone un perjuicio grave para nuestro municipio, que estamos seguros que contribuiremos a atajar con este refuerzo», aseguró el concejal de Seguridad, Javier Marín.

Estos seis agentes sólo se dedicarán a velar por el cumplimiento de las ordenanzas y realizarán sus patrullas vestidos de paisano «cuando el servicio así lo requiera».