­Resquemor y malestar entre el colectivo de taxistas que disponen de un vehículo PMR (vehículo para personas con movilidad reducida). Ese es el sentir que reina ahora mismo en un sector de taxistas que ve como al peso de una inversión económica inicial para dotarse de un vehículo minivan no le salen las cuentas. La concepción de que los propietarios de este tipo de vehículos, con capacidad de hasta 9 plazas incluyendo al conductor, están sufriendo un ocultamiento a la hora de informar a los usuarios sobre su disponibilidad se ha agravado, si cabe, después de una reunión mantenida entre propietarios de vehículos PMR y el Instituto Municipal del Taxi que estuvo representado por el abogado Alfonso Calbacho y la directora técnica de Movilidad, Isabel Gámez.

De esta reunión, en la que se le ha planteado a los representantes municipales el «engaño que supone para el usuario la ocultación de estos coches», según detalló a este periódico el portavoz de los taxistas de vehículos PMR, Sebastián Navarro, se extraen dos reflexiones inmediatas. Por un lado, la voluntad por parte del Ayuntamiento para facilitar al usuario información sobre la disponibilidad de este tipo de vehículos a través de la instalación de algún tipo de señalización en las paradas de taxi.

Por otro lado, la poca determinación imperante por resolver el problema en el aeropuerto, escenario donde el conflicto se agudiza, y donde los representanes municipales, según Navarro, «se muestran reacios a impulsar medidas que den visibilidad a los taxis PMR». Hay que recordar que el Consistorio estableció que los taxistas con coches de entre siete y nueve plazas no pueden acceder en su vehículo hasta la cabecera y se ven obligados a estacionar en la bolsa del aeropuerto, permitiendo, únicamente, que los conductores se acerquen a recoger al cliente cuando sean requeridos por expresamente por el mismo.

Engaño al usuario

«Al no existir información alguna ni visibilidad directa, se le está engañando al usuario que se ve obligado a coger dos taxis sin saber que existe la posibilidad de solicitar un coche de nueve plazas y ahorrarse la mitad de dinero en una carrera», explica Navarro que también recuerda que fue el propio Instituto Municipal del Taxi, con la voluntad determinada del alcalde, Francisco de la Torre, al frente, «quien fomentó la adquisición de este tipo de vehículos con la condición de que sean a la vez vehículos adaptados» en un impulso municipal para seguir potenciando este tipo de servicio para personas con movilidad reducida. Facua también se ha sumado a la denuncia efectuada e insta al Ayuntamiento a que obligue a informar a los usuarios de la disponibilidad de taxis PMR para poder dar servicio a familias numerosas o grupos de personas. Sin embargo, al menos en el aeropuerto, la situación de ocultamiento seguirá vigente.