Las lluvias del pasado 7 de septiembre han puesto sobre la mesa la persistente debilidad de la ciudad ante precipitaciones que superen los 60 litros por metro cuadrado a la hora, cifra que se considera al límite de lo que puede soportar Málaga. Para corregir estas deficiencias, el Ayuntamiento tiene previsto ejecutar 27 actuaciones durante esta legislatura y que complementarán a los 10,5 millones de euros invertidos desde 2012 en 18 obras de mejora del drenaje de la ciudad.

Las actuaciones se centran fundamentalmente en tres zonas, que son las más sensibles ante el riesgo de inundaciones: la margen izquierda del Guadalmedina, el distrito Este y el entorno del río Guadalhorce. Aunque no están presupuestadas todas las obras previstas, los proyectos más inmediatos supondrán un desembolso de 675.000 euros entre este ejercicio y el próximo.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, hicieron ayer balance de las actuaciones realizadas en la ciudad para prevenir inundaciones, destacando que desde 2012 hasta ahora se han ejecutado 10,5 millones en obras nuevas, además de invertir otros 8,8 millones en mantenimiento y conservación de las infraestructuras existentes, en especial con las 50.000 rejillas de desagüe de la red de aguas pluviales de la ciudad.

De la Torre señaló que las obras que se están acometiendo buscan el drenaje de grandes cantidades de agua mediante la gravedad y sin necesidad de derivarla a la red de pluviales, para evitar que se colapse. Así, la idea es que el agua se dirija al mar de forma natural, además de reforzar el embovedamiento de algunos arroyos y darle capacidad suficiente para derivar el agua.

Entre las obras más importantes previstas para esta legislatura, De la Torre destacó la continuación de la mejora del arroyo Aceiteros, en Ciudad Jardín, del que ya se corrigieron algunos problemas estructurales y queda por rematar estos trabajos con una inversión de 330.000 euros para la urbanización de la zona, que se iniciará antes de final de año

También está a punto de comenzar el drenaje en el entorno de Martiricos, gracias al convenio urbanístico con los promotores de las viviendas previstas allí. Esta obra permitirá instalar un colector de aguas residuales a lo largo del paseo de Martiricos, la prolongación del colector de pluviales de la avenida Luis Buñuel y captaciones de aguas en Martiricos y la avenida de la Palmilla.

En el distrito Este se iniciarán dos actuaciones importantes en los próximos días. Primero será la mejora de drenaje en la calle Rafael Pérez Estrada (20.000 euros) para que desagüe directamente al mar y en la calle Pedro Román (100.000 euros), que es el último tramo del arroyo Pilones.

En la zona de los polígonos se actuará siempre en colaboración con los empresarios allí instalados, aunque ya se ha acordado un nuevo colector en la calle Pascal, en el polígono Villa Rosa (225.000 euros).

Evitar las inundaciones de la MA-21 (antigua N-340) a la altura del Aeroclub y la Base Aérea es uno de los objetivos del Ayuntamiento de Málaga para los próximos años, aunque la actuación propuesta tiene un presupuesto de unos dos millones de euros y se quiere conseguir el apoyo financiero de Adif y Aena para ejecutar esta obra.

El proyecto consiste en la llamada obra de drenaje transversal (ODT) en la avenida de Velázquez (próxima al Aeroclub), de forma que el agua drenada del área aeroportuaria vaya a este punto y no sature la red de Churriana, a donde se dirige ahora. Esta obra, que afectaría al aeropuerto, se complementaría con otra obra similar para cruzar la línea ferroviaria de Málaga a Fuengirola, con lo que las aguas podrían llegar al canal existente que vierte a la playa.

De cara al futuro se están estudiando mejoras del funcionamiento hidráulico del arroyo de la Caleta y sus afluentes: los arroyos de Toquero y del Mayorazgo, sin descartar una presa en este último; y encauzar el arroyo La Palma (Colonia de Santa Inés) para evitar así las inundaciones en la calle Canadá, en el polígono El Viso.