­La dirección de Limasa quiere mantener para los dos años que quedan de contrato una situación laboral similar a la que ahora existe y que surgió tras el acuerdo alcanzado en diciembre de 2013 que puso fin a la huelga que había convocada. Ese acuerdo tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de este año. A partir de ahí, se volvería al convenio vigente o se hace necesario negociar uno nuevo. A la empresa no le gusta el actual convenio porque contiene cláusulas que impedirían, a su juicio, ajustarse a los presupuestos económicos que recibirá en 2016.

Por ello, ha presentado a la representación del comité de empresa una propuesta de convenio para los años 2016/2017 que elimina o restringe las cláusulas del actual convenio que considera contrarias a las limitaciones económicas de la empresa. Lo malo es que la mayoría de esas cláusulas suponen medidas beneficiosas para la plantilla que, en consecuencia, el comité no está dispuesto a perder.

La propuesta de convenio presentada por la dirección de Limasa, a la que ha tenido acceso este periódico, además de plantear la congelación salarial para los dos próximos años, propone medidas de orden económico y laboral que el comité cree «inaceptables».

En el orden económico, además de la congelación salarial, plantea la eliminación de la paga de productividad, el plus por festivo trabajado; se eliminarían también las mejoras económicas que suponen que cuando un trabajador haga tareas de superior categoría a la suya perciba la remuneración correspondiente a esa categoría; a la inversa, desaparecería también que cuando tenga que desempeñar trabajos de inferior categoría el trabajador siga cobrando el salario de su categoría.

Se elimina el descanso en sábado y domingo, quedando en domingo y otro día rotativo. Se elimina el poder disfrutar las vacaciones al completo 30 días (entre el 1 de junio y el 31 de octubre); la propuesta empresarial plantea que las vacaciones serán repartidas en dos periodos de 15 días, uno entre el 1 de mayo y el 31 de octubre y el segundo entre el 1 de noviembre y el 30 de abril. En este segundo se añaden los 6 días de descanso acumulado.

Las propuestas de orden social y laboral serían las más polémicas y difíciles de aceptar por la plantilla. La primera plantea restringir las categorías profesionales y establecer grupos profesionales más amplios, de manera que dentro de esos grupos se estableciera la movilidad laboral y los trabajadores pudieran hacer tareas distintas.

La segunda propone hacer fijos a tiempo parcial a todos los eventuales, (unos 700) para trabajar sólo sábados, domingos y festivos. Ello supondría que serían fijos, pero sólo para trabajar una media de 5 días al mes.

La más polémica y controvertida sin duda es la propuesta de eliminación de las distintas cláusulas vigentes durante los últimos años que permiten que tras la jubilación anticipada, la invalidez o el fallecimiento de un trabajador la empresa pueda contratar en su lugar a una persona en la que esté interesado el primero.

Esta prerrogativa, conocida como heredar los puestos, ha venido realizándose durante muchos años con acuerdo total entre empresa y trabajadores. Sólo en los últimos años, a causa del impacto social y de la mala prensa que ocasionó su conocimiento por otros ciudadanos, la empresa comenzó a dar pasos atrás para su eliminación; ahora lo propone abiertamente en su propuesta de convenio, pero cuenta con el rechazo de la plantilla, que quiere mantener esos acuerdos.