Colas en cajas para pagar y en probadores, cartelería con promociones a todo color, comercios a rebosar y artículos agotados. Esa fue la imagen más repetida ayer en las grandes superficies de la ciudad. Pero también, webs bloqueadas y teléfonos colapsados. No cabe duda ya de que el consolidado Black Friday se ha convertido en uno de los días del año con mayor número de ventas para el sector en Málaga y el resto del país.

Las previsiones de Amazon, por ejemplo, apuntaban a una buena caja de resultados. El Viernes Negro sería el segundo mayor día de ventas en su historia en España, superado sólo por el 14 de diciembre -día en el que tradicionalmente se cobra la paga extra de Navidad-.

El triunfo de esta iniciativa se debe a que es, para muchos, la oportunidad perfecta para adelantar las compras de la mayor temporada de consumo del año, la campaña navideña. Para aprovechar las ofertas y promociones que lanzaron la mayoría de los pequeños y grandes establecimientos, que suelen ir desde un 15% hasta un 70%, había que armarse de valor y paciencia para soportar las largas esperas.

Veinticuatro horas cruciales en hipermercados, tiendas de ropa y complementos, perfumerías, ópticas, farmacias, restaurantes, concesionarios o centros de belleza. Aún así, quedan esperanzas para los más rezagados. Pues todavía pueden hacerse con alguna ganga, sobre todo online, gracias a que algunos establecimientos han decidido alargar la jornada durante todo el fin de semana y enganchar con el lunes, que conocido como Cyber Monday también ofrece ofertas y promociones pero solo a través de la red.

Gigantes como MediaMarkt, Carrefour, El Corte Inglés, Fnac, Apple...Y, por supuesto, el repertorio del grupo Inditex -que ofrecía un 20% de descuento en todas sus colecciones-, adoptaron el Black Friday sumándose a la nueva fiesta importada que en Málaga coincidió con el encendido del alumbrado de Navidad.

La fiebre consumista de esta jornada responde a una tradición importada de Estados Unidos donde se lleva celebrando desde hace lustros justo después del Día de Acción de Gracias.

Los productos cosméticos o textiles, y sobre todo, la electrónica y los videojuegos, centran la mayoría de las ventas del conocido como Viernes Negro, que en España se popularizó en 2011, cuando se cambió la normativa que regula los periodos promocionales y de rebajas. Sin embargo, existen todavía algunas reticencias y comercios como Primark se niegan a celebrar este día.¿Por qué? Consideran que, lejos de aumentar sus ventas, solo se adelantan o incluso, las ofertas pueden llegar a dañar la marca o arruinar estrategias.