Málaga se mueve en los últimos meses en un nivel récord de autónomos con casi 106.000 trabajadores afiliados al RETA, lo que supera las cifras registradas durante el boom económico (en 2007 se alcanzaron en torno a 102.000) y con una subida de unas 12.500 personas en relación a 2011 si atendemos a la presente legislatura. Este ascenso explica casi por sí sólo el aumento de 15.000 ocupados que ha registrado la economía malagueña en la foto de estos cuatro años (ahora hay 528.466), y constata que ha sido más la opción de autoempleo y no el aumento neto del trabajo asalariado el que fundamenta la mejora de la actividad. La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) perciben que la mejora de la economía y el repunte del consumo se está traduciendo en mayores oportunidades de negocio a todos los niveles, lo que contribuye a impulsar una nueva oleada de emprendimiento, aunque sea en parte forzada por las circunstancias y la falta de oportunidades laborales. Los más escépticos con la subida son los sindicatos, para quienes buena parte de las altas responden al perfil de falso autónomo, entre ellos trabajadores que fueron despedidos previamente de sus empresas para seguir desarrollando en ellas la misma actividad que antes, sólo que de forma externa.

En cualquier caso, en el repunte de autónomos de estos últimos años han contribuido bastante las cifras de parados que optan por solicitar al Servicio Público Estatal de Empleo (SEPE) el pago único del desempleo con vistas a emprender una actividad o poner un negocio. En estos últimos cuatro últimos años se ha registrado un ritmo máximo de peticiones, con una media de 177 parados malagueños solicitando cada mes la capitalización del paro (casi 8.500 personas en total). La inmensa mayoría -el 95%- lo hicieron para ejercer como trabajadores autónomos y el resto para formar parte de una cooperativa o sociedad laboral. Desde que arrancó la crisis en 2008, casi 16.200 desempleados se han acogido a esta modalidad.

«El perfil de nuevos autónomos incluye a muchas personas que perdieron su trabajo en la crisis y a los que les resultaba difícil acceder a un nuevo empleo por cuenta ajena a pesar de su bagaje y conocimiento, entre ellos bastantes mayores de 45 años. Han optado por autoemplearse. Y los que han tenido la opción de capitalizar el paro han recibido un empujón clave. Lo importante ahora es que esas personas puedan estabilizar su actividad o su negocio», comenta la vicepresidenta ejecutiva de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) Natalia Sánchez.

Por su parte, el presidente de ATA Andalucía, Rafael Amor, admite también que el repunte de autónomos debe mucho a la falta de oportunidades laborales aunque cree que es una opción cada vez más considerada en la sociedad. «Ha cambiado la filosofía. Antes de la crisis todo el mundo pensaba en una vida laboral de asalariado. Ahora el emprendimiento está más presente», opina.

Desde septiembre, la reforma de la Ley de Fomento del Trabajo Autónomo y de la Economía Social reconoce además a todos los parados la posibilidad de capitalizar el 100% de la prestación. Hasta ahora, ese 100% estaba reservado a jóvenes y el resto sólo podía acceder al 60%. La prestación se puede usar de tres formas: capitalizando el 100% en un único pago, capitalizando sólo una parte y usando el resto para el abono de cuotas a la Seguridad Social, o bien destinando el total de la prestación al abono de las cuotas.

El autoempleo, en la campaña

De cara a las elecciones, los representantes de los autónomos reclaman a los partidos y al futuro Gobierno nuevas medidas para fomentar la actividad. Entre ellas, la ATA y la CEM citan la extensión del periodo de la tarifa plana de 50 euros de seis meses a un año y que se amplíe a los autónomos societarios. En cuanto a la Seguridad Social, se considera excesivo el recargo de un 20% por retraso en el pago de las cotizaciones y proponen que sea progresivo y penalice la reincidencia.

Otra reivindicación de siempre es que los autónomos coticen por los rendimientos netos que reciben o, lo que es lo mismo, «que se cotice por lo que se trabaja» estableciendo una base mínima similar al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), de forma que aquellos que sean personas físicas y cuyo rendimiento esté por debajo queden exentos de cotizar aunque sí deban tributar. También solicitan que las altas y bajas al RETA en cierto día del mes no conlleven pagar el mes completo de cotización y que se cambie la base trimestralmente para adaptarla a los ingresos. Incluso piden que se puedan abonar las cotizaciones trimestralmente en vez de mensualmente como ahora.

«Puede haber autónomos que no trabajen durante el año de forma continuada o que se dediquen a su actividad durante la jornada sólo de forma parcial. Lo importante es que las cotizaciones se flexibilicen en función de las situaciones», explican Sánchez y Amor.

De momento, los autónomos están muy presentes en la campaña electoral. El PP lleva en su programa un sistema de mayor flexibilidad y capacidad de elección de cotizaciones, así como flexibilizar el régimen de aplazamientos. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha comprometido si gana las elecciones a extender la tarifa plana a un año. También a que los parados que emprendan un negocio no tributarán IRPF durante los dos primeros años.

El PSOE, por su parte, dice que reforzará el ICO como instrumento de financiación y propone también que la cotización de los autónomos se haga en función de sus ingresos y de forma trimestral en vez de mensual. Además, revisará Ley de Segunda Oportunidad permitiendo a los autónomos que fracasen en su negocio beneficiarse de los incentivos y medidas de apoyo que tienen los nuevos emprendedores.

Ciudadanos plantea el alta gratuita para los autónomos con ingresos por debajo del SMI, a los que les girará, en función de los datos de Hacienda, un 7,2% de lo ganado en neto de cuota a la Seguridad Social. Para los autónomos que superen el SMI proponen eliminar el sistema de cuota mínima y establecer un porcentaje que pueda crecer con la facturación hasta el tope de lo que se pagaría en el Régimen General.

Podemos propone cuotas porcentuales y progresivas para aquellos que facturen por encima del SMI y altas gratuitas para los que estén por debajo. También posibilitará el pago trimestral de las cotizaciones y solo desde el inicio de la actividad. Además, propugna una Ley de Segunda Oportunidad que reestructure y cancele deudas para liberar de débitos pasados una vez que la quiebra es efectiva.