Las elecciones locales celebradas el año pasado sirvieron de acicate a muchos ayuntamientos a reducir la presión fiscal en el IBI, el impuesto que tiene un mayor impacto en los bolsillos de los vecinos de los que dependen de los consistorios. Nada menos que 20 localidades malagueñas aplicaron una rebaja en los tipos utilizados para calcular cuánto se tiene que pagar por la vivienda en propiedad.

Casualidad o medida estratégica electoral, eso también ha tenido un impacto en la recaudación municipal, que a nivel provincial se redujo en casi 100 millones el año pasado en impuestos directos, que se alimenta fundamentalmente del IBI. Esto obligó a reducir las inversiones en el año electoral, que cayeron a su mínimo en más de una década, ante el mantenimiento de los presupuestos de como personal y gasto corriente.

La reducción de la presión fiscal benefició de forma muy dispar a los vecinos de los ayuntamientos que optaron por la reducción. Así, los habitantes de Istán y Ojén son los que más notaron la reducción en la factura del IBI, ya que el tipo se redujo en un 38,4% y un 23,6%, respectivamente. En el caso de Istán, en concreto, la caída en 2015 fue de 0,25 puntos sobre el 0,65 que se aplicaba el año anterior, dejando el tipo del Impuesto de Bienes Inmuebles en el mínimo posible. Ojén también dejó su tipo en el mínimo, el 0,4, después de reducirlo en 0,124 puntos.

Diferente es el caso de Cártama, donde la reducción del IBI fue más simbólica que efectiva, siendo una bajada del 0,12% sobre el tipo aplicado en 2014, que pasó de 0,781 al 0,78 aplicado en el pasado ejercicio.

En general las rebajas en el IBI rondaron entre el 2% y el 5%, aunque hay varios municipios donde la reducción superó el 10% y el ahorro para los vecinos fue notable. Además de Istán y Ojén, que representan las mayores bajadas, están Alhaurín de la Torre (-14,4%), Comares (-12,5%), Colmenar (-12,48%) y Marbella (-10%).

Torrox, la única subida

La reducción de la presión fiscal que se produjo en veinte municipios malagueños no fue seguida por el grueso de los ayuntamientos, ya que 80 mantuvieron los tipos del IBI como los tenían. También es verdad que 11 de ellos ya estaban en el mínimo posible y no tenían más margen, mientras que otros como Málaga capital se situaban en la parte baja, aplicando apenas un tipo del 0,451.

Sin embargo, hay un caso que se sale de la norma de mantenerse o rebajar la presión fiscal, como es el ayuntamiento de Torrox, el único de la provincia que aumentó el coeficiente municipal para incrementar así la recaudación, pasando de un tipo del 0,7 en 2014 a aprobar que el año pasado ascendieran al 0,728, con idea de incrementar sus ingresos. De hecho, sus ingresos por impuesto directos pasaron de 9,3 a 10 millones de euros el año pasado.