­Vivir en Torremolinos no es barato. Al menos para el propietario de una vivienda, ya que se les aplica un coeficiente por la parte municipal que casi triplica el mínimo. Así, el cálculo de la factura del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en esta localidad se hace con un tipo del 1,16, el más alto de la provincia con diferencia y el único que supera el punto. De esta forma, Torremolinos está muy por encima del resto de la provincia y lidera sin discusión la presión fiscal municipal sobre sus vecinos. El resto se mantiene por debajo de esa cifra, siguiéndole un grupo de seis localidades que superan los 0,8 puntos de tipo del IBI, con Rincón de la Victoria a la cabeza al aplicar un coeficiente del 0,962; seguido de Marbella, con el 0,8883 tras una rebaja en 2015 del 10%; Villanueva de la Concepción, con el 0,8855; Algarrobo (0,8268); Ronda (0,825) y Antequera (0,808), que también aplicó una reducción el año pasado del 2,4% al bajar del 0,828.

En todo caso, la cifra de Torremolinos está muy por encima del resto de la provincia y lidera sin discusión la presión fiscal municipal sobre sus vecinos.

En el lado contrario de la tabla se encuentra un grupo de trece municipios que aplican el tipo mínimo posible del IBI, un 0,4 y que fue engrosado por Istán y Ojén tras la reducción de sus coeficientes el año pasado. Además de estos dos municipios, este grupo lo forman Alameda, Algatocín, Ardales, Cartajima, Cortes de la Frontera, Júzcar, Mollina, Monda, Pujerra, Riogordo y Sierra de Yeguas.

La mayor parte son los pueblos más pequeños de la provincia, que intentan mantener unos impuestos bajos para animar a su exigua población a mantenerse en el municipio e intentar atraer nuevos habitantes. Entre los grandes municipios, Málaga capital es quien mantiene la tasa más baja, con el 0,451; seguida de Estepona (0,51), Fuengirola (0,53) y Mijas (0,53848).