Ocurrió en 2012 en casa del hijo de José María Lobera, un veterano dirigente vecinal del barrio: Por el enchufe de la cocina, en lugar de corriente eléctrica, salieron un par de hilillos de agua. «Tuvieron que anular el enchufe, estaba todo lleno de agua», cuenta José María Lobera. En la casa, en la calle Flauta,16, viven además dos niños pequeños sus nietos. Al anular el enchufe, la filtración de agua se ha desviado, como mal menor, al patio.

Es el panorama que tienen algunos vecinos de Monte Dorado por lo que consideran el mal estado del depósito que Emasa tiene en el barrio y que distribuye el agua «al resto de Ciudad Jardín y los Montes», cuenta Miguel Campos, exdirigente vecinal del barrio, como José María Lobera.

Los dos vecinos suben por el cerro cubierto de hierba coronado por el depósito, que calculan que puede tener más de medio siglo de vida. «Es más antiguo que la barriada», cuenta Miguel Campos. A su lado José María Lobera muestra una foto hecha hacia 2008, cuando se desplomó el techo del depósito y el Ayuntamiento lo reparó tras una moción socialista.

Pero parece que la reparación no ha sido un éxito. Eso considera José María Lobera: «El problema es que el suelo está partido, le han puesto una capa de lo que sea y punto, y eso pierde agua», critica. En cualquier caso, también subraya que los problemas no vienen desde 2008 y que el depósito podría tener filtraciones «desde hace veinte años».

Los vecinos subrayan la paradoja de que, el depósito que le causa tantas molestias desde entonces es la causa de que paguen tanta agua. «Nos cobran agua más cara que en ningún sitio por el bombeo. El depósito tan grande de Emasa que hay cerca del Colegio La Reina es el que bombea hasta aquí», explica Miguel Campos.

Motores auxiliares. Por su parte, José María Lobera cree que las pérdidas constantes de agua «influyen además en la presión de las viviendas que hay más arriba y que tienen que tener motores auxiliares para que le pueda saltar el calentador... en pleno siglo XXI». El antiguo dirigente vecinal, funcionario municipal jubilado, no cree alguna explicaciones técnicas que le han dado en estos años: «Dicen que se boza porque falla el automático y se pasa de nivel. Eso se lo dice usted a otra persona pero no a mí».

Las filtraciones de agua, detalla Miguel Campos, además de afectar a Monte Dorado bajan por la ladera hasta Parque del Sur y se dejan notar en el canal de desagüe junto al túnel de Monte Dorado, capaz de soltar agua todo el año, incluso en uno tan seco como este, lo que para los vecinos demuestra que se trata del agua potable del depósito y no un arroyo natural.

El depósito nuevo. ¿Cuál es la solución?, el nuevo depósito construido en un cerro vecino hace cerca de año y medio y todavía sin funcionar. «Pero el problema es que han intentado usarlo y pierde agua por todos sitios», lamenta Miguel Campos, que ha pedido al distrito de Ciudad Jardín «que la empresa que lo ha hecho no se vaya hasta que lo arregle».

El concejal de Ciudad Jardín Carlos Conde informó ayer a este diario de que el distrito ya ha pedido a Emasa que envíe un inspector para que vea las filtraciones de agua. Para los vecinos un depósito de aguas perpetuas, pese a la sequía, por el que escaparía desde hace años, además de agua, el dinero de todos.