­En la provincia de Málaga hay un sentimiento de euforia colectiva que se ha instalado en torno a la gastronomía y que ayer sumó una nueva pieza más a una oferta educativa, la que persigue enlazar con el esplendor que se inició a finales de los años 70 con una generación de cocineros con distinción Michelin que empezó a fraguarse en Los Monteros, y que ha escrito páginas gloriosas para la gastronomía nacional. Bajo una estela que pretende conectar con el guion de las escuelas de hostelería ya existentes, y con la intención de recoger el guante del jaleo que es el turismo en la provincia, se presentó ayer con su celebridad correspondiente la firma del convenio entre la Diputación y el Basque Culinary Center, que comenzará a impartir sus clases a partir de 2017 a medio camino entre las instalaciones de La Térmica y la localidad de Benahavís.

Cuando el pasado 26 de abril el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, rompió con toda la prosa administrativa que rodea habitualmente a la celebración del Día de la Provincia anunciando la llegada de este prestigioso centro de formación con sede principal en San Sebastián, el tema aún quedó miniaturizado por las numerosas incógnitas que quedaban en el aire. Así, la firma del convenio de ayer sirvió también para difuminar las primeras dudas que todavía rodean este nuevo proyecto que, según Bendodo, está llamado a ser «una apuesta por la excelencia en un campo tan importante para el turismo y el empleo como es el de la gastronomía».

De esta manera, se supo en la rueda de prensa convocada para la ocasión, que contó además con la presencia del director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega, que el acuerdo firmado tendrá una duración inicial de cuatro años y que la oferta educativa consistirá en dos másteres y dos cursos especializados que completarán un programa curricular basado también en la celebración de jornadas y seminarios para profesionales del gremio. Para contrarrestar posibles polémicas y voluntades de enfrentar a la futura sede del Basque Culinary Center con las escuelas de hostelería ya existentes en la provincia, Bendodo se esforzó en resaltar el papel desempeñado hasta el momento por La Cónsula y La Fonda, y aseguró que la esencia del Basque Culinary Center está en la especialización de los conocimientos de los alumnos que han acabado su primer tramo de su formación gastronómica y que aspiran mejorar sus conocimientos bajo las órdenes de los chefs más reputados. A falta de concreción, Aizega aseguró ayer que se contará con los cocineros de la provincia con distinción Michelin como pueden ser José Carlos García, Dani García o Diego Gallegos.

Aval de José Carlos García. Precisamente uno de aquellos alumnos que formaron parte de la primera camarilla de imberbes dispuesta a aprender y que crecieron de la mano de La Cónsula, José Carlos García, también estuvo presente en la firma del convenio y se reivindicó como el encargado de establecer los primeros vasos comunicantes entre la Diputación y el centro de formación de prestigio internacional hace apenas dos años. Aunque no quiso confirmar su más que previsible participación activa en este proyecto, García también insistió en el mismo mensaje: «La formación no está reñida con la especialización».