La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, advertía ayer del «descontrol absoluto» de los pagos a Limasa por supuestos trabajos extraordinarios de limpieza, algo que se ha convertido en los últimos años en una fórmula del alcalde, Francisco de la Torre, para «realizar pagos de modo arbitrario y así engordar las facturas de los socios privados».
Gámez explicó que entre los servicios certificados como extraordinarios hay «un montante impresionante», que están fuera de contrato, que «serían normales si no fuesen previsibles, pero que en la mayoría de los casos han sido servicios rutinarios que deberían preverse en el contrato, aunque fuese en una modificación».
Gámez detalló que desde 2001 a 2015 los trabajos extraordinarios pagados por el Ayuntamiento han supuesto 72,6 millones de euros pagadas por las arcas públicas, el 10 por ciento de la factura anual, respondiendo a conceptos muy parecidos como «planes de choque, ampliaciones de servicio, refuerzo, reestructuraciones o simplemente varios».
«Estamos ante circunstancias sin garantías mínimas jurídicas y económicas para el pago de cantidades ingentes de dinero por conceptos tan previsibles como el trabajo del día de más que tiene un año bisiesto y que se ha pagado con 90.000 euros o asuntos que, aunque en un principio eran nuevos, se convirtieron en una constante cada año durante una década, como la limpieza del paseo marítimo de Poniente».
La portavoz del PSOE aseguró que la mayoría de estos servicios y las cuantías más gruesas corresponden a trabajos prestados «por deficiencia en los servicios rutinarios que sí contempla el contrato, se hacen servicios extras porque los ordinarios no se prestan bien, y aun así la ciudad sigue estando sucia»
«Pagar 23,8 millones de euros por una reestructuración de servicios de limpieza no es más que un eufemismo que sólo esconde la decisión del alcalde en 2004 de prestar más servicio de limpieza, hecho que se repite en 92 ocasiones hasta 2011, cuando empieza a facturarse como ordinario», concluyó Gámez .
