A pocos días para que el curso escolar comience una vez más, ya se ha empezado a hablar sobre el temido bullying que sufren miles de niños en las aulas cada año. Hablar del acoso escolar desde el primer día tanto en los centros educativos como en el hogar es fundamental para llegar a conseguir la máxima concienciación sobre un tipo de violencia que causa tanto dolor entre las víctimas y contra la que hay que luchar para que se reduzcan al máximo los casos.

Todo es poco para intentar evitar una lacra dentro y fuera del aula que afecta al 4% del alumnado, según los datos del Ministerio de Educación, que está ultimando la puesta en marcha en el curso 2016/2017 de un teléfono gratuito, en servicio todo el año y que no deja huella telefónica a semejanza del número facilitado para la violencia machista. Un tercio de los menores atendidos por el Teléfono Anar en 2015 fueron por maltrato en el entorno familiar, 2.952 de los 8.569, según el informe presentado por la Fundación, que destaca que en más de la mitad de los casos abordados hay algún tipo de violencia. El informe alerta del incremento de las situaciones de violencia atendidas, un 40% más de casos que en 2014, pero también de la gravedad de las mismas, que se manifiestan como acoso escolar, violencia de género y doméstica e incluso a través de ideas suicidas y autolesiones. Durante 2015, se realizaron casi dos intervenciones urgentes al día -727- para poner a salvo a algún menor de edad en situación de riesgo.

Además, Andalucía cuenta con un gabinete de asesoramiento para la convivencia y paz que actúa junto con la inspección educativa cuando la dirección del centro en cuestión no ha podido resolverlo. Los casos más habituales a los que se enfrentan son conductas con violencia física y/o verbal entre el alumnado, desobediencia o violencia física y/o verbal de la familia hacia otros miembros, mala integración escolar en el aula o en el centro e indicios de acoso escolar o constancia de ciberbullying.

Medidas preventivas en Málaga. La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, aseguró hace varias semanas que el Gobierno andaluz continuará impulsando y desarrollando actuaciones en materia de prevención y atención educativa ante el acoso escolar y el ciberacoso. En este sentido, avanzó que en el curso que empieza este mes se pondrá en marcha un protocolo específico sobre el ciberacoso o ciberbullying dentro de las medidas para luchar contra la violencia escolar.

La consejera también prometió que están trabajando en un Protocolo Integral contra la violencia escolar «que organizará, ordenará y optimizará» todas y cada una de las actuaciones que ya se están llevando a cabo para los distintos casos de acoso o agresiones en el ámbito educativo. Destacó que, además, Andalucía hace una gran labor en el diseño y puesta en marcha de diferentes protocolos de actuación que han permitido «dar una respuesta eficaz, rápida y ajustada antes estas situaciones de violencia en las aulas», comentó De la Calle.

Para detectar cuanto antes un caso de bullying sobre un menor los expertos apuntan diversas señales o pistas que deberían ponernos en alerta como son ciertas bromas de mal gusto o los motes, aparentemente inocentes, pero reiterados. Niños aislados en los recreos o en los cambios de clase también son síntomas de que algo ocurre, así como problemas con el material escolar, que se rompe o se pierde. Pueden producirse cambios físicos y somáticos como dolor de estómago, náuseas, vómitos, problemas a la hora de conciliar el sueño y pérdida de peso. Cuando el acoso procede de las nuevas tecnologías hay casos donde se produce una adversión ante éstas.