La Inspección de Trabajo viene acometiendo desde hace varios años en la provincia de Málaga una campaña especial de control en el sector de la hostelería para combatir la incidencia de la economía sumergida, un fenómeno que según los sindicatos ha aumentado a raíz de la crisis. En este 2016, y cerrada la temporada alta turística, el balance hasta octubre arroja cerca de 1.800 visitas de inspección y casi 4.000 actuaciones que se han saldado con, entre otras incidencias, 485 infracciones detectadas en diferentes empresas (casi un 10% menos que las que se registraban en la campaña de 2015) y unas propuestas de sanción que suman 2,4 millones de euros (en este caso una cifra casi similar a la del pasado año).

Según explica la Inspección, los casos de trabajadores que no están dados de alta en la Seguridad Social o de empleados con contrato a tiempo parcial que trabajan muchas más horas de las que les corresponde son algunos de los hechos más frecuentes detectados por los inspectores en sus visitas a bares, restaurantes, chiringuitos o discotecas de la provincia. El jefe de la Inspección en Málaga, Alfonso Conejo, detalla que los controles realizados han permitido regularizar así la situación de 510 trabajadores que, o bien estaban sin contrato en sus empresas o echaban un 50% más de horas de las que estipulaba su jornada.

Conejo afirma que el ligero descenso de las infracciones en este 2016 podría deberse a una mejora de la situación económica aunque reconoció, en todo caso, que el fenómeno de la economía sumergida sigue teniendo «bastante presencia» en el ámbito de la hostelería.

La campaña de la Inspección de Trabajo ha posibilitado además una recaudación inducida de otros 304.000 euros para la Seguridad Social, correspondientes a bases de cotización no satisfechas, diferencias relativas a convenios colectivos o prestaciones de desempleo recuperadas para las arcas del Estado. Y es que se da el caso de que en 65 ocasiones, el trabajador que estaba sin contrato se encontraba además cobrando el paro, según ha detectado la Inspección.

Calendario de visitas

Conejo recuerda que la labor de los inspectores se desarrolla a lo largo de todo año, pero afirma que en el ámbito de la hostelería se suele incrementar el número de visitas desde mayo hasta finales de octubre, en paralelo con el desarrollo de la temporada turística. «Los controles se realizan por toda la provincia, aunque con mayor peso en la Costa del Sol, que es donde hay más empresas y actividad. Las visitas se hacen también en fines de semana y en horario nocturno cuando se trata de locales con esos horarios. Llegamos a los negocios por sorpresa y pedimos los horarios de trabajo y los cuadrantes de los empleados», señala.

En el caso de los trabajadores sin contrato, la sanción mínima a la que se enfrentan las empresas infractoras es de 3.126 euros por cada persona en esta situación irregular, con recargos que comienzan en el 20% a medida que sube el número de afectados. Y si además estas personas cobraban la prestación por desempleo, la empresa que los cobija se enfrenta a una sanción de carácter muy grave y una multa añadida de otros 10.000 euros por individuo (también con recargos). Según la normativa, en estos casos no hay sanción para el trabajador por cobrar el paro indebidamente aunque sí se le corta automáticamente el derecho a la prestación que estaba recibiendo. Además, la Seguridad Social apunta lo que esa persona ha cobrado de forma indebida como deuda a recuperar en un futuro, descontándolo de futuras prestaciones.

En cuanto a las infracciones por fraude en el uso de la jornada a tiempo parcial, la multa para la empresa es de un mínimo de 626 euros, aunque luego se pueden aplicar agravantes. Además, se obliga a estos negocios a hacer al trabajador un contrato acorde al desempeño real.

Los sindicatos, por su parte, valoran la labor realizada por la Inspección, pero afirman que sus controles apenas logran destapar «una pequeña muestra» de unas prácticas fraudulentas que, según comenta el responsable nacional de Turismo de CCOO, Gonzalo Fuentes, están «muy extendidas» en el sector. En Málaga, los controles son realizados por 25 subinspectores (apoyados por 24 inspectores) que, lógicamente, también tienen que realizar visitas en otros ámbitos. La propia Inspección reconoce que la cifra es insuficiente para peinar con más intensidad la realidad del mercado laboral de la provincia.

Fuentes reitera que el empleo a tiempo parcial esconde muchas situaciones de fraude laboral, representando «un verdadero foco de economía sumergida». «Hay personas que están contratadas dos o cuatro horas al día pero que en realidad echan ocho o más y descansan sólo un día», explica el sindicalista.