­El delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, afirmó ayer que la construcción del nuevo puente de la Azucarera, que atraviesa la antigua N-340, actual MA-21, es una actuación «estratégica» para evitar problemas de inundabilidad como los ocurridos a principios del pasado diciembre. Por tanto, aseguró que reclamará que «con más insistencia» al Gobierno la puesta en marcha del proyecto.

«La Junta va a pedir esa infraestructura al Estado independientemente de lo que haga el Ayuntamiento», reiteró Ruiz Espejo, quien agregó que en el Gobierno andaluz lo tienen «claro», como demuestra el hecho, abundó, de que la construcción haya sido demanda en «aquellas instancias en la que la Junta participa», como es el caso de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y la Secretaria General de Aguas.

El delegado precisó que la obra ya figura en el Plan Hidrológico, cuenta con la catalogación de interés general del Estado. «Estamos reclamando que el Estado la incluya en sus programaciones y planificaciones económicas para que se lleve a cabo», dijo.

Ruiz Espejo puntualizó que se han llevado a cabo actuaciones en la desembocadura del río Guadalhorce, «que han atemperado los problemas de inundabilidad» que ha sufrido la provincia en los últimos años y esa actuación «se entiende estratégica».

Por otro lado, el delegado enumeró las actuaciones que lleva la Junta de Andalucía a cabo en materia de saneamiento. Así, para el próximo año la Administración autonómica prevé unos 70 millones de euros en inversión en materia de depuración. «Dejaríamos prácticamente resuelto los porcentajes más importantes de población con aguas depuradas», puntualizó. Entre otros, comentó respecto a la EDAR Norte, en Málaga, que la idea es que empiece a andar en 2017, para lo que se han consignado 40 millones de euros. Actualmente, indicó Ruiz Espejo, se han adjudicado los colectores en Alhaurín el Grande y Cártama.