Los puertos deportivos de Málaga viven de nuevo momentos dulces, con una demanda al alza de usuarios que está permitiendo rubricar las mejores cifras de ocupación desde que comenzó la crisis y con el objetivo ya declarado por parte del sector de tratar de volver en poco tiempo a la situación que se vivía en el año 2007, cuando estas instalaciones llegaron a colgar el cartel de «completo». El conjunto de puertos de la provincia, que actualmente presentan una oferta global de 4.400 atraques, cerró el pasado 2016 con una ocupación media por encima del 85% en sus atraques y para este 2017 se confían en alcanzar un 90%, según las estimaciones de la asociación Marinas de Andalucía, que engloba a siete de los nueve puertos privados de la provincia.

Su presidente, José Carlos Martín, se muestra «muy optimista» tras asistir en los últimos dos ejercicios tanto a un sensible aumento de los clientes de base (los que contratan los amarres para sus embarcaciones de forma permanente o con alquileres que pagan anualmente) como del flujo de viajeros en tránsito (que son los que pasan unos días por esos puertos de viaje a otros destinos).

«Estamos asistiendo al retorno de todos los clientes que se perdieron durante la crisis, que sobre todo fueron nacionales. La economía está mejorando y el interés por tener un amarre crece de nuevo», comenta Martín, que no descarta que para 2018, si la recuperación sigue a este ritmo, se pueda de nuevo rozar el lleno de los mejores tiempos.

Y es que hasta el estallido de la crisis, los puertos vivieron años de auténtico esplendor. La recesión, sin embargo, trajo un desplome que redujo la ocupación media durante varios años (entre 2009 y 2012) al entorno del 50%. Sólo a partir de 2013 comenzó a subir de nuevo. El 2016 ha certificado definitivamente esa mejora registrando la formalización de nuevos contratos estables para el amarre de estas embarcaciones.

La época álgida de los puertos deportivos se inicia en el mes de junio y se prolonga hasta el mes de octubre. Martín afirma que estos meses de temporada baja son los que los empresarios del sector utilizan para hacer trabajo de promoción para el siguiente curso y, en este sentido, las expectativas para este 2017 son positivas.

«En diciembre estuvimos en la feria del sector náutico que se celebra en París y la pasada semana en la de Londres. De ambas hemos salido con buenas sensaciones y con la impresión de que este verano será aún mejor. Ahora se va a celebrar la más importante, que es la de Düsseldorf, y esperamos percibir la misma tónica», señala Martín, también responsable del grupo empresarial Marinas del Mediterráneo, que gestiona los puertos de La Duquesa (Manilva) y Estepona, además de Marina del Este, en La Herradura (Granada).

El presidente de Marinas de Andalucía afirma que el perfil de nuevos clientes responde en gran parte al de personas de clase media, con una edad de entre 40 y 50 años que, debido a la crisis, vendieron sus embarcaciones o las guardaron en tierra, por ejemplo en garajes. La mejora de la situación económica ha hecho a estas personas retomar su afición y decidirse a contratar de nuevo un amarre. En cuanto a los foráneos, se nota el regreso de ingleses, franceses, alemanes y algunos holandeses que durante los últimos años habían optado por otros puertos. En este sentido, Martín afirma que la Costa del Sol se está beneficiando de la inestabilidad que vive ahora mismo Turquía, cuyos puertos han sido tradicionalmente muy apreciados por el aficionado extranjero a la náutica (sobre todo por los alemanes) y que ahora mismo son un destino «menos apetecible».

Matriculaciones al alza

Martín explica que el flujo de embarcaciones en tránsito que hacen escalas turísticas en los puertos de la provincia subió el pasado año en torno a un 12% respecto a 2015, lo que también ha mejorado ligeramente la ocupación media de estas instalaciones. Aunque hay plazas libres en los puertos, el responsable de Marinas de Andalucía recuerda que hay instalaciones como Cabopino en Marbella, Benalmádena o El Candado en Málaga capital que suelen estar siempre al 100%, y otras como Puerto Banús que se mueven en el 90%.

La mejora en las cifras de ocupación de los puertos de la Costa del Sol se corresponde también con un aumento de la venta de embarcaciones de recreo en España. Las matriculaciones de 2016 revelan un aumento del 3,6% sobre el año anterior, con un total de 4.821 matriculaciones, según los datos de la Dirección General de la Marina Mercante. En la clasificación por provincias, Málaga ocupa la quinta posición con 266 matriculaciones, una cifra casi similar a la que presentó en 2015. Por delante se situaron Baleares (795), Barcelona (631), Alicante (305) y Madrid (296).

El secretario general de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), Carlos Sanlorenzo, afirma que las cifras constatan el alza del sector, aunque con una cierta moderación respecto a los dos años precedentes, cuando las subidas en las matriculaciones fueron del 8% y el 10%. En todo caso, Sanlorenzo coincide en que el sector ya mira al futuro con mucho optimismo. «Vuelven muchos clientes anteriores a la crisis y también están entrando otros nuevos que vienen para quedarse. No lo hacen por moda sino que tienen mucha afición y cultura de mar», asegura.

Romper la estacionalidad

En este contexto, la Costa del Sol tiene, a su juicio de la ANEN, un excelente posicionamiento. «Cuenta con excelentes instalaciones y un gran clima todo el año. Por eso tenemos que seguir trabajando para romper la estacionalidad. En los países nórdicos se navega casi todo el año, y allí hay hielo. No se entiende que en España tengamos temporada baja», apunta.

La ANEN pide también que la compra de embarcaciones tenga una mejor fiscalidad para impulsar las ventas. Hasta ahora, todas las naves de más de 8 metros de eslora, deben pagar, además del IVA del 21%, un impuesto de matriculación del 12%. Éste es el motivo de que sean las embarcaciones más pequeñas las que copan el mercado. «Nos gustaría, por lo menos, que ese impuesto se aplicara a partir de los 15 metros», señala.