El decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara, reclamó ayer que la Consejería de Justicia se traslade a Málaga como «reconocimiento a la importancia de esta provincia, a su impulso y dinamismo, a su afán de superación y apelando al equilibrio institucional en Andalucía».

Lara hizo esta propuesta durante el discurso que ofreció en el acto con motivo del Día de Andalucía ante el monumento a Blas Infante de la capital malagueña, al que también asistió el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre.

Reivindicó la necesidad de «un Estatuto andaluz del siglo XXI que reconozca la nueva realidad de nuestra tierra» y de las necesidades y potencialidades de cada uno de los territorios que componen la comunidad autónoma, de modo que «todos -incidió- nos sintamos cómodos y asumamos el papel que nos corresponde».

«Ha llegado el momento de una nueva descentralización que facilite la vida de los ciudadanos y que ofrezca un reparto justo de los centros de poder», demandó Lara, quien apostilló que «no basta con ser la capital de la Costa del Sol. Málaga es mucho más».

Según el decano del Colegio de Abogados malagueño, en los últimos 37 años se ha producido el «mayor avance económico y social» de la historia de Andalucía, y ha proclamado que Málaga «debería haber desempeñado un papel más protagonista en todo este proceso».

Tras recordar que es líder en turismo, un referente en innovación y desarrollo y nuevas tecnologías, ha opinado que la provincia no recibe el trato que merece y se ha preguntado «qué necesita demostrar Málaga para que se le reconozca su importancia a nivel institucional en la comunidad autónoma».

En este mismo sentido, señaló que «parece una broma, pero sin gracia, que Málaga, con su potencial, aún no tenga ni siquiera una Sala de lo Civil y de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia», cuya creación está prevista en la Ley Orgánica del Poder Judicial.

El decano del Colegio de Abogados malagueño comenzó su intervención con unas palabras para Pablo Ráez, fallecido hace unos días de leucemia, a quien ha definido como «un verdadero ejemplo de lucha, dignidad y liderazgo».

Por otro lado, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, apeló a la educación como el «gran reto» para garantizar la igualdad de oportunidades y posicionar a la comunidad andaluza «a la vanguardia en el mundo». Al tiempo, destacó que la educación «es lo más importante que tiene un pueblo» de cara a que las generaciones futuras «sean aún mejores».

En su intervención, De la Torre señaló el 28 de febrero y el 4 de diciembre como «fechas de acontecimientos históricos de impulso para nuestra autonomía», en las que «el pueblo andaluz demostró su voluntad de tener una autonomía lo más plena posible en el marco de nuestra Constitución».

«Esa autonomía regional tenía que tener un acompañamiento de la autonomía a nivel local», insistió, agregando que lo hace «por sentido de la responsabilidad, porque creo que acercar el poder al pueblo es facilitar la participación de todos, fortalecer la democracia y la autonomía».

Del mismo modo, destacó a la educación como «lo más importante que tiene un pueblo», al tiempo que ha incidido en que Andalucía «sea capaz, en una sociedad global y competitiva, de ofrecer un marco de impulso, de ilusión, de aprovechamiento de recursos» para que «los jóvenes puedan aprender más que en otros sitios y sean aún mejores».

También subrayó en «preocuparnos por la gente, por los que más riesgo tienen de quedarse atrás en la educación», agregando que este es «el gran reto, que nadie se quede atrás, que haya igualdad auténtica y que los recursos humanos de esta tierra nos permitan ponernos a la vanguardia en el mundo».

Al acto asistieron, entre otras personalidades, los portavoces de todos los grupos municipales y del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga; el delegado de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Mariano Ruiz Araújo; representantes de consulados de Málaga; y diversos presidentes de asociaciones ciudadanas.