Los comensales que a partir de las 20.30 de esta tarde llenarán El Pimpi, disfrutarán de una cena de cazuela de deos marineros, espárragos verdes con albondiguillas, pollo de corral en pepitoria y sorbete de chirimoya. Unos platos y sabores que resumen la lucha de Enrique Mapelli por la cocina tradicional de Málaga. Y de bebida, por supuesto, vinos de la tierra.

La asociación Carta Malacitana ha querido homenajear al veterano abogado y gastrónomo malagueño, de 95 años, residente en Madrid, que estará representado por una de sus hijas. Se espera la asistencia de representantes municipales, de la Diputación y la Junta de Andalucía.

"Enrique Mapelli ha sido una figura decisiva en el siglo XX que permanecía bastante olvidada, sobre todo por la ola de modernismo gastronómico. Eso estaba eclipsando e impidiendo que Mapelli tuviera la relevancia que tienen sus escritos y su filosofía, que coincide bastante con el espíritu de la Carta Malacitana", explica a La Opinión Manuel Maeso, anterior presidente de esta entidad que defiende el patrimonio gastronómico y la cultura alimentaria malagueña.

Hace un mes, un representación de la Carta Malacitana acudió a la casa de Enrique Mapelli en Madrid para felicitarle por el homenaje y entregarle una placa de reconocimiento. Esta noche, se proyectará el vídeo de ese momento, del que cuenta Manuel Maeso: "Se emocionó sobremanera porque se dio cuenta de que su trabajo y su papel en la tradición malagueña no estaba olvidada".

La voz de Enrique Mapelli suena jovial y llena de energía, pese a los 95 años y a que, como detalla por teléfono desde Madrid, en ese momento le están haciendo una cura en casa. "Llevo tiempo sin bajar a Málaga, pero en cuanto termine la tarea médica pienso pasar alguna temporada", confiesa.

Del homenaje, el gastrónomo malagueño, hijo del alcalde de Málaga de igual nombre, confiesa que "todo lo que proceda de Málaga me parece maravilloso" y muestra su satisfacción porque en la provincia se está viviendo un resurgir de la cocina tradicional, "que estaba absolutamente olvidada, no solo la de Málaga, sino la Andaluza en general".

Enrique Mapelli es uno de los responsables de este resurgir, gracias a libros como sus conocidos 'Papeles de gastronomía malagueña' o su primera obra, 'La hora de comer', que le publicó su amigo Alfonso Canales.

Como explicaba en un reportaje para La Opinión en 2009, cuando recibió al diario en su casa del Arroyo de la Miel, el interés por la gastronomía se le presentó por casualidad en los años 40, cuando este abogado ligado a Iberia y experto en legislación aérea recibió la propuesta de escribir para una revista sobre aviación y turismo acerca de la gastronomía de los lugares del globo que, por su trabajo, visitaba.

Sin embargo, este sabio jovial, uno de los fundadores de la Academia Gastronómica de Málaga, se quita importancia y resume su trabajo de esta manera: "Lo que he hecho es pasármelo bien".