«Si gana, no va ser en ningún caso por aclamación». La frase de alguien que trabaja para el PSOE de Málaga y lleva muchos años de militancia a sus espaldas invita a no abandonarse a la victoria fácil a todos aquellos que han apostado por Susana Díaz como futura secretaria general. La presidenta de la Junta tomó la decisión de optar por liderar el partido hace muchísimo tiempo, pero ahora se ha encontrado con un escenario que no es el que ella hubiera querido. En vez de llegar a Ferraz en volandas, toca competir contra un Pedro Sánchez peleón. Ella tiene todas las posibilidades de lograrlo porque tiene el aparato detrás. Primero se escenificó el domingo pasado en Madrid y ahora con la constitución de unos 100 grupos de apoyo a favor de candidatura en toda la provincia, a los que se han adherido la gran mayoría de cargos orgánicos e institucionales. Pero los sanchistas tampoco están de brazos cruzados. Después de Semana Santa, aseguran, se dejará caer por Málaga el exsecretario general. En esta carrera reñida, cada voto cuenta y el censo se antoja clave. El pasado viernes, 31 de marzo, se cumplió el plazo para afiliarse al PSOE y tener derecho a votar en las primarias del 21 de mayo. En Málaga, ya están sonando las primeras voces que alertan de posibles «afiliaciones masivas» a última hora, que favorecen los intereses de un determinado candidato. No es así, en el caso de José Luis Cámara, exgerente socialista del Consorcio Provincial de Bomberos, que pidió su baja como militante del PSOE tras verse envuelto en una denuncia de acoso laboral a raíz de una denuncia interpuesta por la interventora del ente. Fuentes del partido explican que su reingreso a la agrupación Málaga-Centro «se debe a que se ha admitido a trámite la querella que puso contra la abogada que le acusó de unos comentarios ofensivos en el procedimiento de contratación de la interventora y que, incluso, ha «establecido una fianza de 78.000 euros por las responsabilidades que pudieran derivarse contra la acusada». «Cámara quiere resarcir su buen nombre», sentencian estas fuentes.

Camino a la confluencia

Todo apunta a que la marca de Unidos Podemos estrenará presencia en el Ayuntamiento de Málaga a partir de 2019. Dijo Guzmán Ahumada, después de tomar el relevo de José Antonio Castro como coordinador de IU, que uno de sus principales objetivos era el de ir preparando los próximos comicios municipales. Piensa que es muy posible que se repita el modelo nacional a través de la alianza con Podemos. En las últimas municipales, casi se anuncia un acuerdo para ir de la mano con Ganemos, embrión de lo que más tarde iba a convertirse en Málaga Ahora. Entonces, los intereses personales de cada uno frustraron el pacto y las lágrimas de cocodrilo de algunos se tornaron dulces al entrar en el Consistorio con cuatro concejales.

Ahora, el principal actor implicado que guardaba reticencias hacia la confluencia ha sido Alberto Montero. Pero, según fuentes de Podemos, habría cambiado de rumbo y ahora está encarrilado hacia el cruce de siglas. En el camino al Congreso ha compartido una infinidad de veces AVE con Eva García Sempere. Se lleva bien con Eduardo Zorrilla y se siente cómodo con Juan José Espinosa, al que promociona como concejal de Podemos, y que apuesta por la confluencia. ¿Pero qué pasa con Ysabel Torralbo, Isabel Jiménez y Rosa Galindo, las tres concejalas de Málaga Ahora? Volverán a presentarse con una Málaga Ahora desnatada, pero aguantar sin el tirón electoral de la marca (Podemos en 2015) se intuye demasiado duro. Mientras tanto, en el Unidos Podemos del futuro ya se están tanteando a posibles candidatos de consenso que pudieran encabezar la candidatura. Éstos no caen como fruta madura. y tendría que ser alguien que despierte emoción y unanimidad entre ambas partes. Alguien, con un nombre rutilante en la vida política de la capital. El deseado, aseguran fuentes del Ayuntamiento, es Carlos Hernández-Pezzi. Un currículum apabullante que ya fue de número uno en las listas de Podemos al Senado. La cuestión es si a él todo esto le despierta ilusión.

Contradicciones

No debe ser fácil seguir en un partido en el que has dejado de creer. Esta semana Gonzalo Sichar ha firmado el manifiesto de Ahora, una plataforma cívica impulsada por el exdirigente de UPyD, Gorka Maneiro. Sin duda, un paso previo al lanzamiento de un nuevo partido que le pelearía el espacio electoral a Ciudadanos. El malestar que ha generado este nuevo desafío en la cúpula naranja es notable. Según fuentes autorizadas del partido, el nombre de Sichar estuvo sobre la mesa en los despachos de Fran Hervías y Manuel Buzón. No se toma ninguna decisión de calado en Andalucía sin el visto bueno de los dos y Sichar se ha vuelto a colocar en el punto de mira. Si no ha sido despojado ya de blasones, se debe a la condición de llave que ejerce la formación naranja tanto en el Ayuntamiento de Málaga como en la Diputación. La aritmética en La Casona es muy sencilla: 13 ediles del PP sumado a los tres de Ciudadanos, Sichar incluido, dan la mayoría absoluta en una corporación que se integra por 31 concejales. Con sus tres ediles, Ciudadanos es la palanca que mueve todo y una hipotética expulsión de Sichar y su consecuente paso al grupo mixto desplazaría a los de Juan Cassá de su actual posición de fuerza.

Los presupuestos para 2017, aprobados recientemente con la ayuda de Ciudadanos, son un ejemplo claro de cómo se está sosteniendo la gobernabilidad del Ayuntamiento de Málaga en estos momentos. El equipo de gobierno negocia con la formación naranja y le basta con llegar a un entendimiento con Cassá. Lo mismo sucede con las mociones. El primer interesado en mantener este equilibrio es el propio portavoz naranja y por eso ya ha salvado a Sichar de la quema. Es notorio que la relación entre ambos es fría, tirando a casi inexistente. En el funcionamiento interno, existe un pacto de no agresión entre ambos. En la práctica, esto se traduce en «tú no te metes en mi trabajo y yo no me meto en el tuyo». Estas gélidas circunstancias no impidieron por lo tanto, según corroboran las fuentes consultadas, que Cassá diera la cara por Sichar nuevamente en una reunión con las altas esferas del partido, que se celebró en Mijas y aprovechando. la reciente estancia de Albert Rivera.

Congreso del PP en mayo

El PP ya está barajando posibles fechas para celebrar su congreso provincial y, según fuentes del partido, todo apunta al mes de mayo. Con el calendario en mano, el último fin de semana cobra mucha fuerza si se descarta la primera quincena del mes, que podría ser demasiado precipitada. El tercer fin de semana de mayo coincide con el 21, día en el que el PSOE celebrará sus primarias. En el PP, tradicionalmente, no son muy dados a que se solapen actos que pudieran restarle interés mediático a los suyos propios. En todo caso, el cónclave será como estar un balneario y se espera la reelección de Elías Bendodo sin grandes sobresaltos.