Un total de 436 inmigrantes han sido rescatados durante los primeros tres meses de este año tras llegar a las costas de Málaga en nueve embarcaciones. Una cifra que supone más de la mitad del total de personas localizadas en pateras a lo largo de 2016, que fueron 774. Así lo aseguró el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, quien señaló que se están registrando incrementos de la inmigración ilegal y del número de embarcaciones rescatadas que «nos están acercando a cifras de hace años».

Del total en estos tres meses, 390 son hombres, 35 mujeres y once menores. Briones ha indicado que estas cifras «nos debe hacer reflexionar de cuál es la situación» y apuntó que uno de los objetivos marcados «es el de intentar paliar los efectos de un viaje así en estas personas que arriesgan la vida y llegan a un lugar que no conocen y en condiciones muy precarias».Por eso, aseguró que se intenta darles la atención necesaria desde su localización, a través de Salvamento Marítimo, y también durante el traslado a tierra y ya en el puerto, donde se les facilita asistencia sanitaria; tras lo que se tramita su paso a un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) o a una ONG, dependiendo de las circunstancias.

Briones explicó que se han realizado visitas con la Autoridad Portuaria, así como representantes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para buscar un espacio en el puerto de Málaga «donde los profesionales puedan desarrollar su trabajo con mayores garantías de calidad y los inmigrantes ser atendidos con mayor dignidad, si es posible».En concreto, se ha visitado un hangar; unas instalaciones «que nos parecen oportunas», por lo que están en conversaciones con la Secretaría de Estado y la Dirección General de la Policía «para ver la manera de financiar la adaptación de este inmueble».

Esto se haría con fondos del programa Frontex, dijo, «sin menoscabo de pedirle a la Autoridad Portuaria que habilite otro espacio para las Organizaciones no Gubernamentales». Para el subdelegado del Gobierno en Málaga, la atención a los inmigrantes «debe ser un tratamiento integral, no sólo desde el punto de vista de una administración, sino de varias».