El golf, un deporte cada vez más relacionado con la provincia malagueña, atrae un turismo que, según el presidente de Turismo Costa del Sol, Elías Bendodo, deja un impacto económico de 1.410 millones de euros, con una producción directa de 760 millones e indirecta de 650 millones.

Este atractivo turístico se ha convertido en un básico para paliar la estacionalidad turística de la que Málaga busca deshacerse, ofreciendo una oferta mucho más amplia. El presidente de la Real Fundación Andaluza de Golf, Pablo Mansilla, destacó ayer que la Costa del Sol es «el referente en el desarrollo de infraestructuras complementarias al golf».

El 67% del total de campos de golf de Andalucía están dentro de la provincia de Málaga, «me atrevería a decir que es una de las ofertas más importantes de Europa», afirmó Bendodo, añadiendo que la Costa del Golf cuenta con unos 70 campos. Los municipios con más instalaciones son Marbella, Estepona, Mijas y Benahavís.

En cuanto al tipo de turista de golf, «a diferencia del turista medio de la Costa del Sol, gasta más del doble», resaltó Pablo Mansilla. El gasto medio del viaje del turista de golf supera los 1.800 euros, su estancia media es de 12,3 días y se aloja en hoteles de cuatro y cinco estrellas.

Además de ser una fuente de ingresos, «también es una fuente de creación de empleo», aseguró el presidente de Turismo Costa del Sol, quien subrayó que en este segmento hay 17.680 puestos de trabajo, de los que 10.580 son directos y 7.100 indirectos.

Málaga es la tercera provincia, tras Madrid y Barcelona, que cuenta con más licencias de golf, con 18.000 jugadores.

En cuanto a los principales demandantes de turismo de golf son Reino Unido, a pesar de ser donde más campos hay de Europa, Francia, Holanda y países escandinavos. A estos les siguen los aficionados nacionales, los Países Bajos, Portugal e Irlanda.

Previsiones

Además de presentar el estudio sobre el impacto del golf en la provincia costasoleña, Elías Bendodo destacó que en Málaga el verano de 2017 se cerrará con unos 7 millones de turistas, lo que supone un incremento del 5,6% respecto al mismo periodo del año pasado.

Asimismo, cifró el impacto económico de los meses de verano en 7.300 millones de euros. «Vienen más turistas y, por tanto, gastan más. Un 8% más que en 2016», establece Bendodo, explicando que habrá un aumento notable de determinados mercados, como el de los países nórdicos, en un 22%; Holanda, en un 39%; un 22% también en Alemania, un 31% de Italia y un 13% Rusia.

Por tanto, esto se traducirá en un aumento del empleo, «habrá 5.200 trabajadores nuevos», afirma Bendodo.

Sin embargo, cabe reseñar que el mercado internacional crece en un 10,4% pero el mercado nacional cae un 3,3%.

«La subida está garantizada por el crecimiento del mercado internacional pero el nacional baja, habrá que analizar por qué», apuntó Bendodo.