El comedor de los Ángeles malagueños de la Noche cerró el pasado 28 de julio y no retoma su actividad diaria de reparto de desayunos, almuerzos y cenas hasta el próximo 28 de agosto, un descanso que se permite por primera vez la ONG desde que comenzó en el verano de 2007.

El principal motivo que ha propiciado este inusual parón ha sido la necesidad de dar un descanso a los voluntarios que participan en este proyecto a diario, según informó el presidente de la asociación, Antonio Menéndez. «Más del 90 por ciento de la plantilla está compuesta por voluntarios. Comienzan a las seis y poco de la mañana a preparar todo y también tienen familia», expuso. Y es que durante años atrás, lo habitual ha sido cortar la actividad durante la semana de Feria por el caos que se generaba en la antigua sede, ubicada en la explanada de Santo Domingo, relacionados con el exceso de alcohol y el poco civismo de algunos de los que acudían, según expresó Menéndez. «Este año lo hemos alargado a un mes porque el comedor da mucho más trabajo a los voluntarios que nuestra antigua sede», indicó. Los voluntarios acuden entre las seis y las siete de la mañana para organizar en la cocina industrial los desayunos, almuerzos y cenas que entregan con la comida. Además, tienen que atender el comedor y limpiar estancias que hasta hace un año escaso no existía. «Antes solo se hacía la entrega pero ahora todo requiere mucho más trabajo».

Ante la decisión de cerrar durante un mes, los Ángeles de la Noche hicieron un gran reparto de alimentos que, sin saber precisar de cuántos kilos fue, el presidente de la asociación aseguró que se hizo para que durante al menos 20 días no tuvieran problemas de alimentos las más de 600 personas que se acercaron a la sede de la calle Fuentecilla el pasado 28 de julio. «Normalmente repartimos un paquete de garbanzos, uno de alubias, uno de arroz... Esta vez hemos entregado a cada persona dos o tres de paquetes de cada uno de los alimentos», indicaba Menéndez.

Otro de los factores que ha propiciado tomar esta decisión ha sido el descenso de usuarios que estaba notando el comedor a diario en las últimas semanas. Lo habitual era recibir unas 1.000 personas al día entre desayunos y almuerzos y desde que entró el verano los asistentes han bajado a unos 500 o 600 personas, según el día. «Se nota que estamos en temporada alta y que muchos, sobre todo los que rondan los 40 años, han conseguido algún trabajo temporal y pueden tirar ellos mismos». La cara más agria de la labor diaria de este comedor social es la atención que prestan a los mayores que superan la mediana edad o tienen algún problema y que saben que difícilmente dejarán de prestar. «Ya sabemos que muchos de los que están en esta cola a diario no lograrán tener un trabajo nunca más pero es esperanzador y digno ver como muchos otros, más jóvenes, logran colocarse», indicaba el presidente. De cara a la vuelta, el próximo 28 de agosto, la asociación quiere organizar una nueva entrega masiva de alimentos que aún no ha ultimado.

Tarea pendiente

El nuevo comedor social de los Ángeles de la Noche cuenta con unos gastos mensuales que alcanzan entre luz, agua y comida los 6.000 euros, una cantidad que en ocasiones es difícil de cubrir, según expone el propio presidente. Para ello, invita a los malagueños a que se hagan socios del comedor con una cuota mínima de tan solo cinco euros que permitiría asumir los gastos con mayor desahogo.