Una inspección conjunta de la Policía Local de Málaga y del servicio de Salud y Consumo del Ayuntamiento finalizó hace unos días con el precintado de un local en el centro de la capital que almacenaba alimentos caducados hace un año y que al parecer no contaba con licencia de apertura. Aunque el local estaría a cargo de una empresa dedicada a suministrar a otros establecimientos, fuentes del cuerpo municipal explicaron ayer a este diario que a los investigadores no les consta todavía que esos alimentos hayan sido puestos en circulación y que todo apunta a que la actividad del mismo se limitó a la pasada Feria de Málaga.

Los hechos tuvieron lugar a última hora de la mañana del pasado viernes 18 de agosto, el penúltimo día de las fiestas de la capital. Según la versión policial, los agentes del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) y un inspector municipal se presentaron en un almacén localizado en la calle Madre de Dios sin que este luciera ningún tipo de cartel comercial. Una vez en el interior encontraron una nevera, una cámara frigorífica y otra de congelación, y comprobaron que las instalaciones no cumplían las condiciones higienicosanitarias mínimas, ya que al parecer había restos de basura, colillas, latas vacías, el suelo estaba pegajoso, las paredes sucias y presencia de cucarachas. En un reconocimiento más detallado, los agentes localizaron en la cámara frigorífica un total de 21 cajas de empanadas de cordero cuyos envases indicaban que llevaban caducadas desde agosto de 2016. Estos hechos, que supondrían una infracción grave en materia de higiene y salud alimentaria, provocaron que el Ayuntamiento de Málaga precintara de forma cautelar el establecimiento y que se levantara un acta por no contar con licencia de apertura, según las mismas fuentes.