El Colegio de Economistas de Málaga han asegurado este viernes que la provincia de Málaga está creciendo ya a "velocidad de crucero", con un ritmo que este año 2017 superará el 3% del PIB y que le está permitiendo crear alrededor de 30.000 empleos anuales. Los economistas, que ha presentado su barómetro trimestral de la provincia, han destacado la creación de empleo registrada este verano, en la que Málaga ha superado los 600.000 afiliados a la Seguridad Social y han aventurado que la próxima Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al tercer trimestre, podría arrojar un tasa de paro inferior al 20% (actualmente está al 21,9%), algo que no veía desde 2008.

El decano del Colegio, Juan Carlos Robles, ha asegurado que Málaga está creciendo "a una velocidad adecuada" y ha recordado que "tampoco es sano crecer con estridencias". Eso sí, ha reconocido que la tasa de desempleo es aún muy elevada en comparación con la de otros países europeos y que, a este ritmo, se necesitará todavía algún tiempo para dejarla en niveles aceptables. Robles, acompañado del vicedecano, Antonio Pedraza, y del coordinador de informes del Colegio, Fernando del Alcázar, se ha congratulado de la recuperación que está mostrando el sector contructor (suben la cifra de viviendas visadas y terminadas), del empuje que viene mostrando el segmento agroalimentario o de las cifras al alza del empleo en la industria (un 30% a nivel interanual, según sus datos). "Estamos abandonado la crisis con más patas de actividad. Está aumentando la importancia del sector agrario y del industrial y eso es alentador", han comentado.

Los economistas sí se han mostrado inquietos por la "burbuja de precios" que se está creando en el mercado del alquiler alrededor del boom de las viviendas turísticas. "Nos preocupa que suba el precio. Es algo que hay que vigilar mucho", ha señalado Robles. Los economistas consideran que este segmento está suponiendo un "revulsivo" para el turismo, pero creen que hace falta una regulación que limite la posible especulación. También creen que las comunidades de propietarios deben de tener la potestad de decidir si en su edificio se permite este tipo de actividad, ya que a su juicio el alquiler turistico es una explotación hotelera y no un simple arrendamiento urbano.

Por su parte, el vicedecano Pedraza ha señalado que la vivienda turística está dejando sin posibilidades de alquiler asequible a colectivos como los estudiantes e incluso a la población malagueña en general, con alzas de precio de entre el 40% y el 60% en algunos casos. "Es una especulación peligrosa. No podemos tampoco dejar que todo el Centro de Málaga sean viviendas turísticas", ha apuntado.

En todo caso, el Colegio cree que la escalada de precios se circunscribe sobre todo a erse fenómerno y comentan que, de momento, no ven riegos de una burbuja inmobiliaria como la de hace diez años, sobre todo porque los bancos están muy contenidos a la hora de conceder financiación para la compra de la vivienda.