Las intervenciones quirúrgicas son un proceso en el que el paciente no sólo teme a lo que pueda ocurrir durante la intervención, sino también a que tras ésta sufra fuertes dolores. En este sentido, según los datos que aporta la asociación Aseedar-TD, el 65% de los pacientes experimentan dolor intenso tras la cirugía y el 23%, los padecen de forma moderada. Asimismo, la asociación asegura que, en algunos casos especiales, estos dolores retrasan la recuperación del paciente. Para ayudar en este ámbito, profesionales como los enfermeros especialistas en el ámbito de la anestesia y terapia del dolor preparan e informan al paciente para que sepa a qué se enfrentará y cómo debe estar preparado.

El proceso quirúrgico parte desde este primer momento. Tras la intervención, el paciente debe ser atendido acorde a unas pautas protocolarias que inciden en qué medicamentos debe tomar y cuál debe ser su rehabilitación. En este caso, cada paciente es tratado de forma acorde y personalizada, según el dolor que tenga. «Existe un protocolo que dice qué hay que utilizar, pero en cuanto a por ejemplo la cantidad, difiere. No hay dos dolores iguales por lo que tras la cirugía, el paciente es atendido de acuerdo a sus necesidades», explica el enfermero del área quirúrgica del Hospital Regional de Málaga, José Baquedano, que presidirá el comité organizador y científico del XXVIII Congreso Nacional de la Asociación Española de Enfermería de Anestesia- Reanimación y Terapia del dolor que se celebra en la ciudad desde mañana hasta el viernes.

Este proyecto, que lleva 28 ediciones, tiene como objetivo reunir a especialistas que realicen una puesta en común acerca de nuevas herramientas y técnicas que permitan el avance de este ámbito. Bajo el lema «Práctica segura y sin dolor», este congreso gira en torno a la importancia que tiene el tratamiento del dolor en los pacientes a los que se les realizan intervenciones quirúrgicas. Durante estos días, se realizarán mesas redondas en las que se tratarán temas como la neuroanestesia, la anestesia durante los trasplantes hepáticos, la seguridad del paciente y la anestesia en pacientes pediátricos. José Baquedano asegura que tanto la seguridad, como el dolor, son los aspectos que más preocupan a los familiares y a los propios pacientes. «Es algo que siempre mencionan los usuarios, la seguridad combinada con una propuesta de control del dolor hace que baje el estado de ansiedad del paciente y del familiar», añade.

Otro de los temas que se discutirán en el congreso es la normotermia. «En quirófano suele haber entre cuatro y cinco grados menos que en las salas comunes, es una práctica que se hace para evitar infecciones. Es conveniente mantener el proceso de la normotermia equilibrado de cara al sudado, drenado de líquido y al estado general del paciente», señala Baquedano, que además apunta que la industria está trabajando en relación a este asunto con la creación de material y mantas que den mayor confort a los pacientes.

Además de las mesas informativas, durante estos días se pondrán en marcha cuatro talleres técnicos específicos sobre vías aéreas, acceso vascular ecoguiado, termorregulación y bloqueos posquirúrgicos. Asimismo, el congreso contará con la conferencia inaugural a cargo del jefe de Servicio de Neurocirugía del Hospital Regional, Miguel Ángel Arráez, sobre El quirófano del siglo XXI, y la conferencia de clausura Desde la Academia a la Clínica: Conocimiento, competencias, y nuevos roles enfermeros en los servicios de salud del siglo XXI, a cargo de José Miguel Morales, director del Departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de Málaga.