­Tras clausurar el ejercicio con un mes de diciembre en el que las tradicionales contrataciones para la campaña navideña dejaron una bajada de 757 personas en las listas del desempleo, Málaga ha cerrado el 2017 con un balance total de 10.575 parados menos que el año anterior, según los datos publicados ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social. La tendencia de reducción del paro iniciada hace ahora un lustro, una vez pasados los peores momentos de la crisis económica, sigue siendo clara (la caída relativa en 2017 es del 6,29%) pero la cuantía de la bajada se ha frenado ligeramente respecto a los años 2105 y 2016, ejercicios de intensa reactivación donde las caídas anuales fueron de 11.625 y 13.553 parados respectivamente.

Las cifras globales son agridulces, pues si bien confirman la mejora del mercado laboral siguen presentando un escenario muy complicado, con un total de 157.573 parados en la provincia. La parte positiva es que se trata del nivel más bajo para un cierre de ejercicio desde 2009. La negativa, que todavía hay el doble de parados que antes de la crisis.

Todos los sectores productivos de Málaga redujeron su paro en este pasado 2017, aunque la caída se centró sobre todo en dos que acaparan dos terceras partes de la bajada total: los servicios, que ha reducido 4.203 parados en los últimos doce meses, y la construcción, que lo hizo en 2.935 personas. El colectivo de personas sin empleo anterior, donde se incluyen los jóvenes que se incorporan con su primer trabajo al mercado laboral, rebajó otros 2.156 parados, la industria 929 y la agricultura 352.

El paro bajó en el conjunto del año en el 87% de los municipios de la provincia, entre ellos todos los de mayor población a excepción de Torremolinos, donde hubo un pequeño repunte de 99 desempleados. Las caídas del paro estuvieron encabezadas por Málaga capital (-4.567), Vélez Málaga (-868), Antequera (-484) y Marbella (-454).

En cuanto a la creación neta de empleo, la provincia ha clausurado el año 2017 con un total de 579.787 afiliados a la Seguridad Social, lo que supone que hay 28.486 personas más trabajando que a finales de 2016. El crecimiento anual es el mayor registrado por la provincia desde 2005, cuando el alza fue de casi 38.000 afiliados (fue el año de la regularización extraordinaria de trabajadores extranjeros). Con estas cifras, Málaga presenta además el mayor volumen de cotizantes para un cierre de año en una década. Hay que remontarse a 2007, el último ejercicio de boom económico antes del estallido de la crisis, para encontrar una cifra más alta (592.968 cotizantes).

Por otro lado, Málaga es la cuarta provincia española que más cotizantes ha sumado en 2017 tras Madrid (119.364), Barcelona (87.536) y Valencia (36.706), y se sitúa incluso primera en tasa relativa de crecimiento, con un 5,1% (la media española fue de un 3,4%). En el mes de diciembre, sin embargo, la cifra bajó en 1.457 personas. Parte del incremento en la afiliación de este 2017 reside en el crecimiento del número de trabajadores autónomos, que en Málaga subieron en 2.478 personas durante el pasado año y se sitúan ahora en 111.814.

Evolución del paro en Málaga en 2017

Críticas sindicales

Los sindicatos, pese a la tendencia a la baja del paro, mantienen sus críticas al actual panorama laboral. El secretario general de CCOO en Málaga, Fernando Muñoz, criticó que «el aumento del turismo, de la producción de las empresas y de las exportaciones no haya tenido un reflejo directo en la creación de empleo» y recordó que desde julio, en pleno apogeo de la campaña turística, hasta diciembre, se han perdido más de 20.000 empleos en la provincia.

«El paro también baja porque baja la población activa», añadió Muñoz, que también consideró que la tasa de temporalidad de los contratos que se firman (un 94,3% en el caso del mes de diciembre) es «insostenible para la generación de una sociedad, equilibrada y con posibilidades de consumo y desarrollo personal y familiar». En el año 2017 se han firmado en la provincia de Málaga 774.978 contratos, un 7,7% más que en el mismo periodo de 2016.

Por su parte, UGT recordó que el 43% de los parados malagueños (unas 67.300 personas) son desempleados de larga duración con más de un año intentando encontrar un puesto de trabajo. A su vez, el número de parados mayores de 45 años roza los 76.000 (el 45% del volumen total). Otro dato preocupante es que el 50% de los desempleados malagueños han agotado ya todas sus prestaciones.

«Ninguna economía moderna que se precie, y menos aún si quiere llamarse social, puede mantener los márgenes de desigualdad de oportunidades generados en 2017», dijo el sindicato, que reclamó un plan de choque para generar más empleo y de mayor calidad, especialmente en el caso de los colectivos con más dificultades para encontrar trabajo. UGT demandó además para este nuevo año un importante incremento salarial, con convenios colectivos que incluyan una cláusula de salario mínimo de mil euros. «El incremento del SMI no es más que un primer paso en esta dirección», afirmó.

La CEM pide estímulos

La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), por su parte, afirmó que los datos muestran una evolución favorable a lo largo del año tanto en la cifra de desempleados como en evolución de la contratación y las afiliaciones a la Seguridad Social. «De hecho, 2017 termina con el número de parados más bajo desde 2009, y Málaga es la provincia española en la que más aumenta la afiliación en términos relativos y la cuarta en términos absolutos al terminar el año», apuntó la CEM que, no obstante, admitió que la cifra de desempleados continúa siendo muy elevada.

Los empresarios destacaron la evolución de todos los sectores, en especial servicios y construcción, y consideraron «fundamental» que, para continuar en una senda de mejora de la situación, se inicien acciones orientadas a «garantizar que las actividades productivas se sostengan en el tiempo y no se asocien a elementos estacionales». Para ello, pidieron estímulos de la actividad empresarial y flujo crediticio, inversiones productivas y políticas activas de empleo.