En nuestros días, el impacto negativo de la contaminación en el planeta, el cambio climático y la modificación artificial de las frutas y las verduras, así como de otros alimentos han hecho que cada vez sean más las personas que eligen productos bio o ecológicos, que se han ido instalando de forma progresiva en nuestro menú diario.

De esta forma, en los últimos cinco años han aparecido varios comercios en Málaga que han querido unirse a esta iniciativa dedicada a la alimentación saludable. En la capital nació el supermercado biológico BioShop: El Cambio en la calle Carretería, 39 hace tan solo dos años (aunque ya contaban con otra tienda más antigua en calle Compañía, 14). La encargada y socia, Raquel Cervantes, explica que la tendencia ha cambiado desde que abrieron el comercio: «Se ha pasado de un público mayor a otro joven».

Sin embargo, el supermercado ecológico BioShop: El Cambio no solo ofrece alimentos saludables, también fomenta un mercado vegano para que «la gente aprenda a alimentarse sin maltratar a un animal».

Aunque es cierto que estos productos no contienen químicos y crecen de manera natural en la tierra, parece que el precio es más importante que las prestaciones que ofrecen. Cervantes asegura que tienen hasta «un 40% más de coste» pero que «las prestaciones son mayores». Sin embargo, los costes de la cadena de producción y su comercialización a un precio superior no resultan atractivos para un público que prefiere lo barato.

Asismismo, hace tan solo tres años surgió otro de los comercios más conocidos en la capital. La tienda Luz y Tierra (calle Carretería, 74) apostó desde un primer momento por la venta de alimentos a granel (frutas, verduras, cereales, legumbres, e incluso pasta), y se convirtió en una iniciativa pionera en Málaga, ya que no solo se limita a vender, sino que también «cuenta con la única Escuela de Cocina de la ciudad y una Sala de Yoga», comenta una de sus empleadas, Laura Aguilar.

Por su parte, la empresa BioMilanés comenzó a aventurarse en la producción y comercialización de productos ecológicos y autóctonos de Málaga hace un año. La empresa, que es familiar, cuenta con una finca donde se encargan de cultivar las frutas y verduras para luego venderlas en su tienda de la calle Sebastián Souvirón, 10.

Las diferencias de estos artículos respecto a los no biológicos es que las frutas y verduras tienen más nutrientes y vitaminas, son saludables para el tránsito intestinal, su caducidad no supera normalmente los seis meses y los alimentos que se distribuyen son «siempre de temporada, procedentes del territorio nacional y no suelen importarse», cuenta la encargada de la empresa.

De este modo, todos estos comercios nacieron con el propósito de conseguir que sus clientes, y cada vez más personas, puedan alimentarse de forma natural y ecológica para beneficiar a su organismo. Como explica Espinosa: «Los productos ecológicos son el futuro y se integrarán totalmente en el mercado dentro de unos años». Ahora solo queda que el tiempo le dé el lugar adecuado a unos alimentos que, sin duda, se están abriendo un hueco en el mercado.