Un camino recién asfaltado entra en la presa municipal del Tomillar para rodearla. Los vecinos que suben a pie por el Camino de Los Arias miran el trazo sin baches, casi una alfombra, con envidia. «Me compré un coche nuevo y en dos años y pico tengo las gomas listas», comenta Salvador Sánchez, un vecino.

Salvador, como tres centenares de vecinos, usan a diario los carriles municipales que enlazan los diseminados de El Mallorquín, Los Arias, El Cotarro y El Bollo, junto al PTA y la central térmica de Campanillas.

La asociación de vecinos La Presa, que representa a estos diseminados, reclama el reasfaltado de los caminos porque presentan un estado lamentable con baches de consideración hasta formar, en muchos tramos, lo más parecido a un queso gruyere.

«De aquí a Los Arias hay dos kilómetros y medio y todo está así», resume José Aguilar, el presidente vecinal, que sube a pie con La Opinión una de las vías más transitadas: el Camino de Los Arias.

José Aguilar lamenta que el único avance en la mejora de los carriles haya sido un fracaso: el hormigonado ecológico que el Ayuntamiento echó a un corto tramo del carril que va de la central térmica al Mallorquín. Mientras señala la sucesión de baches, comenta: «Esto lleva un año y mira cómo está. Además, el hormigonado ecológico iba a eliminar el polvo pero no lo han conseguido, suelta una cantidad de polvo tremenda y el aglutinante que lleva, el pegamento, no es muy fuerte y se levanta».

Salvador Gutiérrez, vecino de Los Arias desde hace 68 años, recuerda que el Camino de Los Arias se asfaltó hace más de veinte años por la antigua Confederación Hidrográfica del Sur, con motivo de la construcción del pantano del Tomillar. «Ahora se gastan el dinero en rebachear, nada más, malgastan el dinero, tienen que reasfaltar», reclama al Ayuntamiento.

El presidente vecinal subraya además que la asociación de vecinos cuenta con el apoyo escrito de Autobuses Olmedo, responsable del autobús escolar de la zona y de la Limasa, que entregará directamente un escrito a la Gerencia de Urbanismo.

José Aguilar ha recalcado también que los vecinos protestarán y cortarán la obra si el Consistorio vuelve a rebachear los caminos que, señala otro vecino, «cuando rebachean parece que juegan a la oca, hacen uno, dos no y luego tienen que volver cuando se les hace la reclamación».

Apoyo del PSOE

El concejal socialista Sergio Brenes, que acompañó a los vecinos, calificó la situación de «tomadura de pelo» y criticó la «autoprohibición» del PGOU para asfaltar y hormigonar este tipo de carriles, «por una cuestión meramente económica». En todo caso, también recordó que la norma establece excepciones y recordó que, en el mismo distrito de Campanillas, «la Junta y el Ayuntamiento acaban de asfaltar el Cerrado de Chinchilla». «Allí se puede y aquí no», criticó.