En total, 7.046 alumnos de la Universidad de Málaga dieron por finalizada su trayectoria en la institución académica malagueña tras estudiar en sus aulas en el curso 2013/2014. 5.564 de esos egresados titularon un grado (el 62,2% mujeres) y la gran mayoría están trabajando tres años después, en concreto el 72,4%, según destaca el segundo informe de inserción laboral que la UMA dio ayer a conocer en el marco de la IV Feria de Empleo, que se celebra en la Escuela de Ingenieros Industriales. Pero este 72,4% es una media, porque existen sustanciales diferencias en función de la rama del conocimiento. Así, si las futuras salidas laborales determinan la elección de una carrera, quienes no tengan clara su vocación deben saber que el mayor nivel de ocupación se encuentra en las carreras relacionadas con la Arquitectura y las Ingenierías (el 87,88% está trabajando).

Le siguen las carreras de Ciencias de la Salud (72,01%) y Ciencias Sociales y Jurídicas (71,91%) con valores cercanos, y finalmente Ciencias (67,01%) y los egresados de Arte y Humanidades (61,81%), son quienes lo tienen más difícil para insertarse en el mercado laboral. Además, los egresados de Arquitectura e Ingenierías no solo logran trabajo antes, sino que ganan más.

Las prácticas en empresas se revelan como muy importantes a la hora de encontrar un puesto de trabajo. De hecho, uno de los requisitos más demandados por las empresas a la hora de incorporar personal a su plantilla es la experiencia profesional previa del trabajador. La Universidad de Málaga cuenta actualmente con varios programas de prácticas que permiten a los estudiantes llevar los conocimientos adquiridos al mundo real facilitando así su posterior inserción en el mercado de trabajo. El 52,21% de los que egresaron en el 2013/2014 realizaron prácticas (curriculares o extracurriculares) y tras finalizarlas, el 21,89% fueron contratados.

Por el contrario, el 16,93% de los alumnos que terminaron la carrera están en el paro y el 10,64% siguen estudiando (otro grado, un postgrado u otra titulación), aunque el 90,5% tienen experiencia laboral, es decir, han trabajado en algún momento de sus vidas y, según el informe, tardaron una media de 13 meses en encontrar trabajo desde que abandonaron las aulas.

El informe fue presentado por el vicerrector de Innovación Social y Emprendimiento, Rafael Ventura, quien hizo hincapié en que Málaga sabe aprovechar a sus titulados superiores, es decir, que la mayoría tiene empleos relacionados con sus estudios. Así lo admite el 66,3% de quienes trabajan. «Tan solo un 4,78% nos informa de que su trabajo no está relacionado con sus estudios. Consideran que su formación se adecua a las exigencias de su trabajo, un 60,45% cree estar adecuadamente cualificado para desempeñarlo y el 28,60% considera estar sobrecualificado», señala el informe.

El estudio de inserción laboral, que se presentó en su segunda edición correspondiente a los alumnos egresados en el curso 2013/2014, distingue entre titulados de grado, de máster y de doctorado. «Nos preocupa no solo la formación de nuestros alumnos, sino también su acceso al mercado laboral en el futuro», dijo por su parte el rector, José Ángel Narváez. De ahí la creación del Observatorio de Empleo de la Universidad de Málaga, dentro del Servicio de Empleabilidad y Emprendimiento, que tiene como objetivo «establecer un sistema permanente de recogida de datos, análisis y posterior emisión de informes sobre la trayectoria profesional de los titulados universitarios». «Su misión es indagar sobre el acceso y mantenimiento en el mercado laboral de los egresados de la UMA», dijo el rector.

El sueldo que recibe un profesional por el desempeño de sus funciones determina, en muchos casos, la elección de la empresa donde trabaja. Si puede ganar más en el extranjero, hay quien no duda en hacer las maletas y atender esta llamada, aunque se aleje de la familia, de los amigos y, en definitiva, de su hogar. No son pocos los que, por culpa de la crisis económica, han tenido que emigrar en los últimos años. Ya no solo buscando mejores salarios, sino directamente un puesto de trabajo que se les negaba en su ciudad de origen, donde las cifras del paro siguen sacudiendo en cada oleada el tejido productivo a pesar de la recuperación. Los estudiantes salidos de la UMA no son una excepción. Muchos egresados optan por abrirse camino fuera de nuestras fronteras, hasta el punto de que uno de cada tres doctorados de la Universidad de Málaga trabaja en el extranjero.

Tres años después, de los 227 doctores titulados en aquella promoción, el 91,45% están ocupados, pero la movilidad internacional es tan grande que un tercio lo hace en el extranjero. De hecho, según se recoge en el informe y se encargó de destacar el rector, el 100% de los doctores que residen fuera de España están trabajando principalmente en grandes empresas. Pese a que el dato es positivo y refleja que «los universitarios de la UMA reciben una gran formación» que le hacen ser demandados en otros países, lo que también da prestigio internacional, Narváez mostró su preocupación, ya que considera que la inversión que la sociedad dedica a la educación de estos jóvenes debería revertir en esa misma sociedad, y no en otros países. «Les pagan mejor», admite.

Los datos así lo reflejan. 1.971,56 euros de salario medio en Málaga, por los 2.340 euros que reciben de media en los países donde desarrollan su actividad profesional.