La peor noticia no fue el resultado, por supuesto negativo, sino que la violencia, una vez más en un derbi Málaga-Sevilla, tuvo mayor eco que el partido en sí.

Un joven aficionado presuntamente sevillista, de 24 años, se encuentra ingresado en el Hospital Carlos Haya de la capital con pronóstico "estable", tras haber sido apuñalado en una reyerta que se produjo alrededor de las 13.30 horas en la calle Poeta Agustín Ruano, situada cerca del Bar Rosaleda, en el barrio de La Roca, próximo al estadio blanquiazul. Así lo comunicaron fuente sanitarias.

Los hechos acontecieron cuando cerca de un centenar de seguidores hispalenses de la Peña Biri Norte, que se habían desplazado hasta la Costa del Sol en dos autobuses, se encontraban en el citado establecimiento, adonde llegaron numerosos aficionados malaguistas.

Testigos presenciales afirman que se produjo una verdadera ´batalla campal´, con sillas, mesas y litronas volando. En la confrontación, que pudo haberse producido a raíz de una ´quedada´ a través de internet –no ha sido confirmado por fuentes policiales–, quien salió peor parado fue un joven que recibió una puñalada en el costado izquierdo, siendo trasladado –tras la correspondiente llamada al 061– en una UVI móvil hasta el Hospital Carlos Haya, donde seguirá veinticuatro horas en observación.

Asimismo, otro seguidor sevillista fue herido –éste en menor medida–, a su vez por arma blanca, pero no quiso asistencia médica. Aunque lo habitual es que los seguidores rivales sean acompañados por un cordón policial al estadio tan sólo media hora antes del inicio del choque, las circunstancias obligaron a que se produjera desde las 14.00 horas, cuatro horas antes del pitido inicial.

La Policía Nacional de Málaga está investigando los sucesos.

El aficionado herido se encuentra estable en planta en el hospital Carlos Haya de la capital malagueña y su evolución es buena.