­ Villarreal y Málaga se dan esta tarde la mano en El Madrigal en lo que supone todo un traspaso de poderes. El cambio de «cartera» entre amarillos y blanquiazules es evidente. El equipo de Pellegrini ha sabido ocupar el hueco que ha dejado este curso el «submarino», se ha colado en la fiesta de los grandes y no pretende apagar las luces para marcharse a casa a dormir. Sin duda, el Málaga está en el mejor momento de la temporada y pretende alargar la celebración hoy en casa del Villarreal hasta que el cuerpo aguante.

Son días de vino y rosas para el malaguismo. La tercera plaza –el equipo durmió cuarto por el triunfo del Valencia– invita al optimismo y casi desata la euforia. Es un canto a la felicidad tras largos años de travesía por el desierto. Nadie pretende despertar de este sueño y la visita de esta tarde a El Madrigal debe ser la continuación del festival vivido el pasado lunes en La Rosaleda, donde el fútbol y los goles reflejaron el momento de éxtasis que vive el equipo.

Por todo ello, este Málaga invita a pensar a lo grande. Y hoy se mirará al otro lado del espejo. Hace no mucho, el conjunto blanquiazul de hoy era el Villarreal de ayer. De hecho, el proyecto y las aspiraciones del jeque iban encaminadas a ser el nuevo Villarreal, la nueva alternativa a la tercera plaza liguera, ya que pensar hoy en día en tutear a Real Madrid y Barcelona parece casi imposible.

El fútbol exquisito de los amarillos es ahora el de los blanquiazules. Las grandes estrellas del «submarino» son ahora «boqueronas». De hecho, Manuel Pellegrini y Santi Cazorla, dos de los grandes estandartes en la historia reciente de los castellonenses, están ahora en las filas malaguistas.

Es por eso que el relevo generacional también debe llegar sobre el césped. El Málaga está capacitado para superar a un Villarreal capitidisminuido y venido a menos. El peso de las lesiones al principio de curso, la acumulación de partidos con una plantilla corta y el nerviosismo de verse anclado en la zona baja de la clasificación ha dejado a un gran equipo al borde del precipicio. Pero sin embargo, sigue contando con jugadores de alto nivel y destacada calidad.

Los números amarillos dejan mucho que desear y la llegada de Miguel Ángel Lotina al banquillo amarillo sólo tuvo efecto revitalizador al principio. Para la cita de esta tarde, Pellegrini rotará. Es lógico ya que será el segundo de los tres partidos que el calendario le ha colocado en apenas siete días.

La principal novedad es la presencia de Camacho en el mediocentro para suplir a Demichelis. El argentino se ha quedado en Málaga por acumulación de tarjetas y el maño ocupará su lugar. Pero además, Sergio Sánchez podría volver al lateral derecho y en la parcela ofensiva también se barruntan cambios. Todo por hacer más competitivo al Málaga en los tres encuentros.

Para la cita, Pellegrini se ha llevado a todos los disponibles. Hasta 20 jugadores se han desplazado a Villarreal, por lo que habrá dos descartes. Los canteranos Portillo, Recio y Juanmi entraron en la lista para asaltar la casa del «submarino».

Por su parte, el Villarreal de Miguel Ángel Lotina retrasó hasta hoy la convocatoria. El técnico amarillo no quiere dar facilidades al Málaga y esconde sus cartas. Sin embargo, cuenta con varias bajas. A la de larga duración de Rossi –que está en su último proceso de recuperación– se une las ausencias de Ángel por sanción y de Mario Gaspar por lesión. Eso sí, Nilmar y Borja Valero estarán.