­Raúl Baena acaba de cumplir 25 años y, justo en el mismo día, sus 100 partidos en Primera. El mediocentro de Torrox, que milita en el Rayo Vallecano, nos atiende en la Puerta del Sol de Madrid para confesarnos cómo ve al Málaga CF, con el que triunfó en alevines, en esa lucha que mantiene con su equipo por eludir el descenso.

Cumplió 25 años el mismo día en el que alcanzaba los 100 partidos en Primera División. ¿Podía imaginar usted un regalo así y con esta edad?

Cuando empiezas no te planteas este tipo de objetivos. Pero es cierto que no es fácil alcanzar un número tan elevado y conseguirlo encima el día de mi 25 cumpleaños. Estoy contento por haber conseguido esta cifra tan bonita en este momento y espero que sean muchos más partidos. Me siento orgulloso.

¿Cómo ve usted la situación del Málaga CF o de su propio equipo, que la pasada campaña luchaban por objetivos clasificatorios bien diferentes?

Era difícil imaginar que el Málaga iba a estar así. Es una situación paradójica, verlo luchando por la salvación. Pero no es tan extraño si analizas las circunstancias que se dan en el fútbol. Ellos han sufrido muchos cambios y la Liga vemos que está muy igualada. Determinados detalles te hacen no ganar partidos y entras en una dinámica en la que te ves de repente luchando por un objetivo que no es el que tienes en mente. A muchos equipos les ha pasado que de temporadas muy buenas han pasado a sufrir mucho, incluso con los mismos jugadores. Cada temporada es una historia.

¿Le ha sorprendido la respuesta de la afición malaguista que incluso se ha manifestado hace pocos días en un entrenamiento?

No soy el más indicado para hablar de la afición de otro club. Lo que sí puedo decir como futbolista es que la unión es muy importante y que en este sentido la afición del Rayo nos ha sorprendido a todo el equipo. Tenemos unos seguidores de Champions. Nos lo demostraron tras perder en casa ante el Sevilla. Creo que a muchos jugadores nos emocionó el gesto que tuvieron. Nos hicieron salir al terminar el partido y eso nos ha ayudado mucho. Ellos saben lo que estamos sufriendo y no nos recriminan nada. Así es más fácil que te salga de dentro la necesidad urgente de ganar. Es algo fuera de lo normal. Soy consciente. Y sólo puedo decir que es impresionante. Se merecen lo mejor porque no he visto en ningún sitio lo que he sentido aquí con el Rayo.

¿Cómo se siente uno cuando se mide al Málaga y en las gradas hay un centenar de paisanos?

Estoy muy contento y agradecido a toda la gente del pueblo, especialmente a esos que vinieron a Vallecas, en vez de elegir otro desplazamiento con el Málaga. Es muy bonito que viniesen a animar al Málaga, pero deseándome en todo momento lo mejor. Continuamente estoy en contacto con amigos y familiares y sé que siempre están muy pendientes de mí. Todo lo que le ocurre al Rayo me lo comentan. Y a pesar de estar lejos tienen detalles como el de desplazarse a cada campo en el que juego dentro de Andalucía.

¿De qué manera se siente ya adaptado a su nuevo destino?

Aunque las sensaciones son diferentes, el Espanyol y el Rayo son clubes muy familiares. Desde el primer instante me acogieron muy bien y en esta segunda parte de la temporada estoy teniendo más protagonismo. De esta experiencia ya he aprendido mucho.

¿Es optimista respecto a esta recta final de temporada?

Confiamos mucho en el trabajo de nuestro entrenador y en el de toda la plantilla. Hay equipo para salir de ahí abajo y ya hemos visto la clara mejoría que hemos empezado a tener para salvarnos.

¿Qué destacaría de este Rayo?

Seremos un rival bastante duro para equipos como el Málaga, en esta batalla por la permanencia, porque en todos los partidos intentamos ser los protagonistas: tener el balón y crear peligro desde la posesión y sacando el balón jugado. Es una forma muy bonita de jugar para el aficionado. Si nos adelantamos es difícil batirnos.

¿Echa usted de menos Barcelona, la ciudad donde se ha formado como futbolista?

Lo cierto es que desde que fiché el pasado verano por el Rayo Vallecano he podido adaptarme muy bien a la capital. Vivo cerca del centro de Madrid y es una ciudad acogedora. Lo mismo ocurre con el club. Es una entidad familiar, parecida al Espanyol, el club con el que debuté en Primera y he permanecido hasta el pasado año.

¿Cómo ha vivido la reciente llegada de Samuele Longo, con quien coincidió en el Espanyol?

Pasamos mucho tiempo juntos, porque no conoce la ciudad y es cierto que tenemos una estrecha amistad al haber compartido vestuario la pasada temporada. Es un gran delantero y estoy seguro de que juntos vamos a poder ayudar a conseguir la permanencia.