Dicen, y no sin falta de razón, que en el fútbol dominan sobremanera los estados de ánimo. Y es por ello que hay que ser optimistas con este Málaga CF que hoy arranca el año 2016 subido en la cresta de la ola a la que ascendió en el último tramo del 2015. Se ha decretado la felicidad como estado de ánimo en el vestuario malaguista y donde antes había tonos grises y caras tristes, ahora hay tonalidades alegres y sonrisas. Un efecto positivo que no quiere desaprovechar el conjunto blanquiazul para seguir creciendo en la temporada.

Porque la realidad es que el Málaga CF ha hecho la mitad del trabajo. Sí, está muchísimo mejor que hace un mes, pero tampoco es una posición como para acomodarse y dejarse llevar. Salir de las tinieblas del pozo de la clasificación te coloca en un estado de euforia, pero cualquier golpe te puede devolver de nuevo a los infiernos. El equipo blanquiazul es undécimo con 20 puntos, con seis sobre el descenso, pero con muchos rivales en el retrovisor.

Es por eso que el de hoy debe ser otro partido para crecer, para seguir mejorando y para apuntalar el objetivo de la salvación. Javi Gracia ha conseguido darle la vuelta al calcetín blanquiazul de manera asombrosa, ha recuperado la confianza de sus jugadores, ha reforzado la de los dirigentes que lo mantuvieron incluso en momentos difíciles e incluso ha cambiado las tornas con el malaguismo, que llegó también a dudar de él. Su estado de ánimo también es diferente. Más optimista, el navarro ha conseguido unir por fin sus piezas para que ofrezcan el mayor rendimiento posible. Y pese a que el equipo jugó, ganó y gustó el miércoles en el Ciudad de Valencia, no se presuponen cambios en el once ideal que ya ha encontrado.

Sólo las lesiones o las sanciones pueden trastocar los planes de Javi Gracia llegados a este punto de la competición. Y es que las dudas son pocas y el técnico ya sabe a la perfección con lo que cuenta. En esta ocasión, la lesión de Juan Carlos el pasado miércoles obligará a hacer otra pequeña variación, aunque el sustituto parece claro esta vez. Boka ocupará el lateral izquierdo, mientras que sólo queda comprobar si sigue apostando por Pablo Fornals como hombre de banda en la izquierda, puesto que quizás extrañó demasiado ante el Levante.

El goleador Duda, el ofensivo Ontiveros o puede que Horta o Juanpi sean algunas de las opciones más lógicas para el cambio, si es que llega a producirse. El resto seguirán siendo los mismos, salvo sorpresa. Y al buen estado de forma de Weligton, Camacho y Amrabat se agarra el malaguismo para conseguir la cuarta victoria consecutiva. Kameni, que acabó el partido tocado de la cadera el pasado miércoles, también ha entrado en la convocatoria. Se ejercitó ayer sin aparentes problemas y todo hace indicar que seguirá defendiendo la meta malaguista por el momento.

En el bando rival, la reflexión es más profunda ya que los gallegos perdieron el miércoles la cuarta plaza. El Celta es uno de los equipos revelación de la temporada, pero Nolito, su estrella, sigue de baja por lesión y Augusto Fernández, su motor, se marchó ayer al Atlético de Madrid para abrir el mercado invernal. Ausencias notables que podrían traer ciertos cambios en el once del «Toto» Berizzo e incluso también una bajada de nivel, aunque Aspas y Orellana mantienen la preocupación para la zaga blanquiazul.

Se apunta a partido «guapo» en Martiricos entre dos equipos en alza. La fiesta, la del Málaga, debe seguir más allá de la resaca de Año Nuevo. Y eso que esta vez fue bastante dulce.