­­ Ignacio Camacho (Zaragoza, Aragón, 4 de mayo de 1990) está de aniversario. Mañana contra el Eibar cumplirá 150 partidos con la camiseta del Málaga, una cifra importante que el maño quiere redondear con 200 partidos, cifra que solo alcanzará si continúa en la entidad de Martiricos la próxima temporada. Busca recuperar su mejor versión tras un largo periodo de inactividad y mira de reojo a la Eurocopa, donde sueña con la llamada de Vicente del Bosque.

Ha vuelto de la lesión como un toro, ¿estamos ya ante la mejor versión de Camacho o le falta para estar al 100 por 100?

Recuperado al 100 por 100 no estoy, eso está claro. Se van olvidando las lesiones, estoy mucho mejor porque he trabajado mucho para ello, pero al 100 por 100 pienso que aún queda. El equipo está ayudando con los resultados y es más fácil coger el ritmo jugando 90 minutos como lo estoy haciendo que sólo en los entrenamientos.

¿Ha sacado algún aprendizaje de cómo afrontar una lesión tras tanto tiempo fuera de los terrenos de juego?

Siempre he sido una persona muy trabajadora, que he intentado cuidarme fuera de los entrenamientos. Pero creo que eso de aprender a conocerme mejor es una pregunta más para mi mujer, que es la que más me ha aguantado después de tanto trabajo de mañana y tarde para recuperarme. Son situaciones del fútbol que te hacen madurar pero siempre viendo la luz al final del túnel.

¿Se da cuenta de la importancia que tiene en el equipo?

Se agradecen esas palabras, pero la realidad es que es trabajo de todos. Los resultados llegan porque todos defendemos juntos y atacamos juntos. Que esté yo o no esté es algo circunstancial, pienso yo.

No sea tan modesto, los números dicen que el Málaga con usted suma muchos puntos y sin usted suma muchos menos...

Ahí están las estadísticas... Pero más allá de los números individuales se ha demostrado que hay un colectivo. El equipo está más compacto tras mucho trabajo.

¿Cómo lleva eso de ser el jugador franquicia para la afición?

Yo soy un jugador más. Intento ayudar lo más posible y cada uno hace su función dentro del equipo.

Es año de Eurocopa, ¿ir a Francia está dentro de sus objetivos?

El objetivo es llegar a mi mejor nivel, que todavía me queda. Siempre he dicho que lo de la selección es un premio, un premio que para conseguirlo se tienen que dar muchas circunstancias. Tengo que estar al mejor nivel personal y que el equipo también ayude. Pero claro que me gustaría ir, es un sueño poder jugar de nuevo con España y más en una Eurocopa.

Habla de alcanzar el mejor nivel, un nivel que hace más de un año le llevó a la selección, pero la competencia, salvo el intocable Busquets, es máxima.

Hay muchos jugadores importantes en el centro del campo. Thiago, Koke, Bruno Soriano, San José... y alguno que se me olvida. Son todos grandes futbolistas y cada uno con sus virtudes. Al final es una decisión del entrenador y si llega será más que bienvenida tanto por mí como a nivel de club y aficionado.

¿Del Bosque ha llegado a hablar con usted en este año?

No, no hemos hablado.

Volviendo al Málaga, ¿ve al equipo mejor o peor tras los movimientos realizados en el mercado invernal?

Los importantes somos los que estamos aquí desde el principio de temporada, somos los que vamos a acoplar a los nuevos a la dinámica del grupo. Primero llegó el Chory, que conoce la Liga y contó desde el primer día; después Atsu y Cifu, que uno viene de otra liga y el otro de una categoría diferente y lo importante es que se acoplen bien, pero estoy seguro de que van a aportar muchas cosas.

Por estas fechas todas las temporadas se habla de que será la última de Camacho en el Málaga, así que la pregunta es obligada: ¿Será esta su última temporada en el Málaga?

Pues no lo sé. Es lo que tú dices, en cada mercado se han dado situaciones pero la realidad es que sigo aquí en Málaga y más que contento. Este verano es cierto que estuvo más tranquilo por el tema de la lesión. Lo que tenga que pasar, pasará, pero lo que tengo claro es que el Málaga me ha dado mucho, he intentado corresponder de la misma forma y el día que nuestros caminos se separen, si es que llega, seguro que irá todo bien.

¿Ha recibido ofertas durante este mercado invernal?

Este mercado va a estar tranquilo. En ese aspecto el club y yo tenemos las cosas claras y si ningún equipo se vuelve loco la cosa aquí va para largo. Quiero llegar al nivel del año pasado y vamos de la mano.

Hubo mucha polémica con la venta de sus derechos a un fondo de inversión, ¿le sentó muy mal ese movimiento del club?

No te voy a engañar, fue una decisión que no me gustó. Fue una decisión que se tomó sin consultarme y sin mi conocimiento. No somos mercancía, somos personas y las cosas se hablan. Creo que deberían haberme informado de todas las condiciones y del porqué. Me enteré tras la venta de los Samus.

¿Es real el cambio que ha dado el jeque, está más implicado tal y como se vende desde el club?

Sí, la relación es más cercana. Tanto con Arnau como con Carlos López (delegado) hay mucha relación directa que antes no había. Es algo bueno e importante a la hora de gestionar un club y transmitirnos cercanía. Es verdad que nos llama antes de los partidos para desearnos fuerza y suerte.

Ha vivido muchos momentos convulsos en el Málaga, ¿cómo fue el último con la marcha de Casado y Husillos, a los que conoce desde hace muchos años?

Fue de repente. Vicente Casado llegó en un momento complicado y las cosas con él salieron poco a poco y el Málaga consiguió salir adelante. Esperemos que lo que venga a partir de ahora sirva para mejorar al club. Hay más cercanía con el jeque y a nivel económico todo sigue bien.

¿Están al día en los pagos?

Hubo una época que el Málaga estuvo muy mal, debían mucho dinero a jugadores y no tenía capacidad para hacerse cargo de esos pagos, pero la realidad es que a día de hoy somos uno de los equipos que no podemos tener ninguna queja, estamos totalmente al día y eso es importantísimo para la estabilidad de todos los trabajadores. Habría que preguntar otros clubes si están al día.

¿Qué pasó en el vestuario tras la eliminación copera del Mirandés?

Le habéis dado demasiado importancia a esa reunión y a esas palabras mías, pero al final sales de un mal partido y sales caliente y eres sincero con tus compañeros. La realidad era la que era y había que dar un toque de atención. Fue una idea de todos los capitanes y hablamos, trasladamos las dudas al míster, somos mayores y las cosas se solucionan rápido, así se ha demostrado sobre el campo.

Pese a su juventud ya es capitán, ¿qué referentes tiene?

Creo que cada uno tiene una personalidad y cada maestrillo tiene su librillo. Puedo hablarte de Antonio López, el que tuve en el Atlético, Weligton, Duda, Jesús Gámez o Roque. Cada uno aporta cosas diferentes. Por eso hay tres capitanes.