Dos puntos en cuatro jornadas. Es el bagaje que le queda al Málaga tras cosechar la segunda derrota consecutiva de esta Liga Santander tras caer por 1-0 en su visita a Las Palmas con un solitario gol de Momo tras un absurdo penalti de Recio. Más allá del resultado y la situación del equipo en la tabla, las sensaciones que transmite el equipo no son positivas, sobre todo en la incapacidad para crear peligro sobre la meta rival.

Los de Quique Setién se hicieron con el control del choque y dominaron el partido con un buen trato de balón. Tras unos minutos de monólogo local llegó lo que se veía venir. En el minuto 10, Momo se internaba en el área y llegó al envite antes que Recio, que de manera absurda cometió un claro penalti sobre el canario que el mismo transformó.

Tras el gol siguió la misma tónica, dominio local y los jugadores blanquiazules persiguiendo sombras locales y llegando un segundo tarde a cada acción. En los minutos finales del a primera mitad, los de Juande Ramos mostraron cierta mejoría, pero sin inquietar a Javi Varas.

Tras el descanso, la historia no cambió. Continuó el control absoluto del conjunto amarillo, que se dedicaba a tocar y tocar esperando la ocasión que pudiera sentenciar el partido. Juande se fue al ataque y dio entrada a Sandro y En-Nesyri, pero poco cambió la historia. Más tarde, Keko entró por Jony, que jugó todo el partido a pierna cambiada. Incomprensible.

Con el paso de los minutos, Las Palmas dio un paso atrás y propició que el Málaga llegara con más asiduidad a la portería de Javi Varas, pero los centros laterales eran repelidos una y otra vez por la zaga local. Charle tuvo en su bota derecha el empate a poco para el final pero, con todo a favor, envió por encima del larguero el balón.

Cuatro jornadas y el conjunto blanquiazul sigue sin conocer la victoria. Lo único positivo, que el martes llega en nuevo encuentro para voltear esta situación que empieza a preocupar. Llega a La Rosaleda el Eibar.