El entrenador de la UD Las Palmas, Quique Setién, reconoció ayer en rueda de prensa que su equipo tiene números «muy malos» fuera de casa -solo una victoria y dos empates-, una dinámica que esperan «cambiar» hoy en la visita al Málaga CF.

El técnico cántabro no esconde que la estadística como visitante es «un déficit» que les «afecta», y no encuentra «una explicación lógica» porque considera que han hecho méritos para obtener mejores resultados, pero sí entiende que los porcentajes de eficacia del principio del campeonato «se han invertido».

Setién supone que hoy afrontarán un partido «muy complicado» ante un rival que aunque «no lleva una buena racha», es «muy intenso, sólido, compacto y equilibrado», además de contar con futbolistas «de calidad y carácter».

El técnico santanderino cree que con la llegada al banquillo rival del Gato Romero, el equipo blanquiazul tiene una forma de entender el juego «distinta» a la de Las Palmas, en la que tratará de «cerrar espacios y esperar para salir al contraataque», además de trabajar muy bien las acciones a balón parado.

Para el entrenador montañés, que llueva en la Costa del Sol -lo ha hecho con intensidad en las últimas horas- no es importante «siempre que el campo esté en buenas condiciones», pero si el agua frena la pelota, «condicionaría» el fútbol que practica la Unión Deportiva, basado en la «circulación y fluidez del balón».

Setién aclaró que Livaja «no iba a ser titular» en La Rosaleda, pero su ausencia como suplente le priva de una alternativa para el ataque, aunque en esa posición podría situar durante el partido a Jesé Rodríguez, si tuviera que sustituir a Prince Boateng, probable titular como delantero centro.

Por último, con respecto a las negociaciones con el club amarillo para su renovación, el técnico cántabro se ha limitado a contestar que «no hay novedades» y que sigue «esperando».