Una de cal y otra de arena para la zaga blanquiazul, que tan cogida con alfileres está en las últimas fechas por las lesiones. Diego González, que estuvo a punto de pasar por el quirófano para corregir la condropatía rotuliana que padece en su rodilla izquierda evoluciona favorablemente y no es descartable que incluso pueda entrar en la convocatoria para el duelo de este fin de semana.

Más complicado parece que lo pueda hacer Miguel Torres. El recién renovado malaguista continúa fuera del trabajo grupal, por lo que sus opciones de llegar a tiempo para el duelo del Estadio de La Cerámica son remotas.

En cualquier caso, la plantilla se ejercitó ayer en jornada festiva en el Estadio de Atletismo con la mente puesta en el rival amarillo. Las buenas sensaciones arrastradas del pasado domingo contra el Celta son el mejor arma para intentar conseguir algo positivo ante un duro rival como el Villarreal.

Míchel contó ayer con 24 efectivos, incluyendo a los porteros Roberto, Prieto y Gonen, que trabajó a menor ritmo por unas molestias en el quinto metatarsiano de su mano izquierda.

Recio, Juankar y Diego González se unieron al trabajo con el equipo tras hacer labor específica en las galerías interiores. Los juveniles Abqar (defensa central) y Meléndez (lateral zurdo), presentes en la sesión. En el gimnasio permanecieron aparte del grupo los no aptos físicamente Torres, Rolan, Kuzmanovic y Ricca. Hoy, nueva sesión de entrenamiento en el mismo escenario.